Con gritos de "Así no" y "Ni un paso atrás", delegados sindicales de Bankia y Banco Mare Nostrum (BMN) escenificaron esta mañana en Palma su oposición al expediente de regulación de empleo (ERE) que afectará a los trabajadores de ambas entidades, inmersas en un proceso de fusión.

La concentración tuvo lugar en la avenida Alexandre Rosselló, delante de Bankia, con la participación de medio centenar de representantes sindicales en una jornada secundada a nivel estatal por CCOO, Unió Obrera Balear, ACB-Bankia, ASIP, Sate Bankia, UGT Sección Sindical Bankia y ACCAM.

Los representantes de los trabajadores lamentaron que no se hayan producido avances en la negociación y consideraron insalvable la propuesta de la empresa de garantizar salidas para los mayores de 56 años con un 50% del sueldo bruto fijo, calculado hasta los 61 años y sin que esté incluida la prestación de paro.

Así lo manifestó el portavoz de Unió Obrera Balear, Joan Torrens, quien recordó que la reestructuración afectará a 400 puestos de trabajo en Balears y a 35 sucursales, al tiempo que se quejó de que estas oficinas eran rentables, por lo que, recalcó, se entiende aún menos su clausura.

"No podemos plantear una negociación si la empresa no cambia de discurso. Es un insulto para los trabajadores", declaró, por su parte, la secretaria general de la Agrupación del Sector Financiero de CCOO-Illes, Marga Menéndez, quien refirió que se baraja la convocatoria de una jornada de huelga para el próximo 8 de febrero; un extremo que aún no se ha confirmado oficialmente.