El Banco de Alimentos repartió comida a 24.773 personas en 2008 y a 23.461 en 2017 en la isla. Una cifra inferior, pero en esta entidad advierten de que los datos no tienen por qué significar que ahora hay menos pobreza que hace una década. "Lo que sí podemos aventurar es que ha cambiado el perfil de beneficiario. En los últimos años hemos atendido a más trabajadores pobres que antes. Personas que pese a tener un empleo tienen muchas dificultades", explica Xisco Cañellas, portavoz del Banco de Alimentos en Mallorca.
"Carecemos de datos objetivos para determinar si ahora hay más pobreza que antes. Lo que sí podemos afirmar categóricamente es que hoy en día las personas que por desgracia tienen que acudir a los centros de reparto reciben alimentos de mayor calidad, con más proteínas y analizados en todo tipo de controles", valora Cañellas.
Datos no concluyentes
El Banco de Alimentos distribuye comida a otras entidades como Mallorca sense Fam, Cáritas o Cruz Roja que a su vez los dona a personas necesitadas desde sus propios locales, por lo que es difícil saber, en conjunto, si en las islas hay ahora más o menos beneficiarios de esta ayuda que antes.
Los picos más altos se registraron en 2010, 2011 y 2012, cuando este organismo atendió a unas 40.000 personas, directamente o a través de otras entidades. El número de beneficiarios empezó a disminuir a partir de 2013 hasta alcanzar su suelo el año pasado, cuando 23.461 ciudadanos tuvieron que solicitar esta ayuda. Ese trienio en el que se registró más actividad coincide con el peor momento de la crisis económica.
Según los datos aportados por el Banco de Alimentos, en 2008 esta entidad distribuyó 34 kilos de productos alimenticios por persona. Nueve años después, en 2017, esta cifra se elevó hasta los 47 kilos.
"Hay que tener en cuenta que en la actualidad hay más controles, auditorías y diferentes condiciones de reparto, lo que hace muy difícil contrastar los datos actuales con lo de hace una década", reitera Cañellas.
