Cursach, entre otros argumentos, alega que está enfermo y que desde que está preso había empeorado su estado de salud por los problemas renales que sufre. El juez Florit también da respuesta a esta alegación y entiende que estos problemas de salud no justifican la puesta en libertad del empresario, puesto que en prisión hay medios médicos más que suficientes para tratarle.

El auto del juez Florit puede ser recurrido ante la Audiencia de Palma. De hecho, las dos veces anteriores que se le denegó la libertad se presentó este recurso, que fue desestimado por los jueces de la Audiencia.