El juzgado de instrucción vuelve a denegar la libertad a Bartolomé Cursach. Y esta vez no ha sido el juez Penalva quien ha adoptado esta decisión. Ha sido el magistrado Miguel Florit, que en estos momentos le sustituye

Precisamente, el abogado defensor pretendía aprovechar la presencia del nuevo instructor para plantear la puesta en libertad del empresario. Era la tercera vez que pedía esta liberación y las dos anteriores fue denegada por el juez Penalva. Y, además, en ambas decisiones la Audiencia le dio la razón al instructor, ratificando todos y cada uno de los argumentos que sostenía la decisión de que el dueño del Grupo Cursach siguiera entre rejas.

El juez Florit ha despachado la petición de la defensa en una resolución de apenas cuatro folios de extensión. Las dos veces anteriores que pedía salir de la cárcel, el juez le respondió con una resolución de más de cien folios, en los que relataba los episodios que se habían producido en la investigación tras el ingreso en prisión, que desaconsejaba la puesta en libertad. El argumento principal era el acoso que estaban sufriendo los testigos, una situación que se ha venido repitiendo en las últimas semanas, como demuestra la agresión que sufrió hace pocas semanas un excamarero de Tito's que ha descrito graves delitos que se habrían cometido en la discoteca.

El juez Florit ha sido mucho más concreto, pero hace suyos los mismos argumentos principales que exponía el anterior instructor, pero sobre todo se ha guiado por la resolución de la Audiencia de Palma que detallaba las razones por las que entendía el tribunal que Cursach debía seguir en prisión. A pesar de la iniciativa del abogado de convencer al actual juez instructor de que Cursach no tiene ninguna intención de huir, ni tampoco de maniobrar para acosar a los testigos que han declarado en su contra, esta estrategia ha fracasado. El magistrado tiene muy claro que el empresario sigue disponiendo de una capacidad económica más que suficiente para valorar la posibilidad de huir al extranjero para evitar los próximos juicios que tiene que afrontar, amén de los contactos que tiene en otros países que podrían facilitar esta salida.

No se olvida tampoco el juez que en los próximos meses está previsto que se celebre el primer juicio contra el empresario, que está acusado de un delito de tenencia ilícita de armas. Además, el juzgado está ultimando la instrucción de una causa por cohecho, por sobornar a determinados funcionarios, delito por el que podrían pedirle una condena de más de seis años de prisión.