Un sí, con condiciones. Los trabajadores de Acciona en Son Sant Joan afectados por la quiebra de la aerolínea de bajo coste austríaca Niki, de la que se encargaban del handling, votaron ayer en asamblea aceptar la propuesta de expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) realizada por la empresa, con la inclusión de las propuestas realizadas en los últimos días por la parte sindical.

Según refirió ayer el secretario general del sector aéreo de USO en Balears, Rafael Bohórquez, la semana pasada, el comité de empresa se reunió de forma extraordinaria y propuso una serie de puntos a Acciona, a fin de que los empleados pudiesen aceptar el ERTE.

Estos puntos incluían la reducción de esta medida a 45 días, que se pusieran sobre la mesa mejoras en los complementos de la nómina y detalles relativos a prejubilaciones y bajas incentivadas, entre otras cuestiones.

Bohórquez explicó que la compañía mostró una buena predisposición a aceptar estas propuestas. Ante este escenario, en la votación celebrada ayer, se registraron 32 votos a favor de este ERTE matizado, mientras que 24 se pronunciaron en sentido negativo y uno, en blanco, de acuerdo a la información proporcionada por Bohórquez.

La decisión de este colectivo laboral se produjo el mismo día en que se dio a conocer que el nuevo comprador y fundador de la insolvente aerolínea, el excampeón de Fórmula 1 Niki Lauda, quiere retomar el funcionamiento de la compañía a finales de marzo con 15 aviones.

Tras un largo proceso de negociación por hacerse con los activos de Niki, los más rentables de la insolvente Air Berlin, la oferta lanzada por el excampeón de Fórmula 1 superó a la realizada por IAG, según confirmaron ayer los organismos alemanes y austriacos que actúan como administradores en el proceso de venta.

El nuevo proceso permitía a aquellos postores que no tuvieron éxito presentar nuevas ofertas hasta el 19 de enero, entre ellos figuraban Ryanair, Thomas Cook, la alemana Tuifly de TUI, el operador suizo PrivatAir y su fundador Niki Lauda, que finalmente se quedará con la compañía. Niki se declaró insolvente en diciembre y cesó sus operaciones después de que Lufthansa desistiera de su compra por las reticencias de Bruselas. Se cancelaron 316 vuelos, de los cuales 158 tenían origen en España.