Los representantes de la plantilla de Pepsi han propuesto a la empresa mantener la actividad de su planta de Marratxí con solo nueve trabajadores, y con el traslado a la península de doce empleados y la prejubilación de seis, según señaló el secretario general de CCOO-Industria en las islas, Daniel Cámara. La respuesta se espera para la reunión que ambas partes celebrarán durante el día de hoy.

La contraoferta presentada ayer por parte del comité de empresa ante la pretensión de la multinacional de cerrar su embotelladora de Mallorca es que, de sus 27 trabajadores, doce se desplacen a otras instalaciones de esta firma, pero con una ayuda lineal de 15.000 euros para los gastos de desplazamiento y 750 euros mensuales durante dos años para el alquiler de una vivienda. Hay que recordar que la multinacional había ofrecido solo ocho traslados con una ayuda de 500 euros mensuales durante un año.

Además, los representantes de los trabajadores piden que se puedan prejubilar los asalariados con una edad de 55 años o más, pero manteniendo el 100% de su salarios hasta llegar a los 65. Eso afectaría a seis personas. La oferta de la empresa era menor, con solo cuatro prejubilaciones a partir de los 58 años de edad y entre el 70% y el 80% del sueldo hasta llegara una edad de 63.

Para los otros nueve empleados afectados por la pretensión de cierre, se exige que se mantengan la actividad en la planta y se garantiza que con ellos se puede alcanzar la producción actual, situada en un 20% de la capacidad de estas instalaciones. En este sentido, se plantea la posibilidad de seguir en la fábrica actual o poner en marcha una nueva más pequeña. Sin embargo, la intención de Pepsi es cerrar definitivamente su producción en la isla y despedir a buena parte de estos empleados.

El presidente del comité de empresa, Juan León, anunció que dependiendo de la respuesta que hoy dé la empresa a estas demandas se comenzará a diseñar ya el plan de movilizaciones, que podría incluir desde una huelga a una petición de boicot a los refrescos de Pepsi, bajo el argumento de que se quiere evitar que esas negociaciones se prolonguen y la situación se "enquiste" sin llegar a aclarar el futuro de la plantilla.