Uno de los tiqueteros acusados de participar en una estafa millonaria a hoteles mallorquines por falsas intoxicaciones alimenticias reconoció, en sede judicial, que captaba entre 30 y 40 turistas por semana, cuyos datos facilitaba a una empresa británica de reclamaciones, que se los pasaba a un bufete de abogados del mismo país. El supuesto estafador, no obstante, negó haber animado a los turistas británicos a inventarse falsas enfermedades y reconoció que también captó clientes para las empresas de reclamaciones en Tenerife y Lanzarote.

El tiquetero fue el primero en declarar ante el juzgado de instrucción 1 de Inca, que inició las pesquisas contra esta presunta trama y que luego se inhibió en favor del juzgado de instrucción 2 de Palma. Su comparecencia se hizo el 20 de julio, semanas antes de que la Guardia Civil detuviera a siete personas el 7 de septiembre en la llamada operación Claims, entre ellas la supuesta líder del grupo Laura Cameron.

El investigado, defendido por Javier Villalonga, admitió que llevaba varios meses trabajando para la empresa británica UK Holiday Claims, aunque no había firmado un contrato escrito con ella.

El tiquetero aseguró que cobraba 100 libras por cada cliente que llevaba al bufete de abogados, aunque, según él, en ocho meses no le habían pagado nada. El investigado añadió que ignoraba cuántos de los cerca de 40 turistas cuyos datos personales mandaba a sus jefes en Inglaterra cada semana acababan demandando a sus hoteles. Su trabajo consistía en informar a los turistas de sus derechos en caso de haber contraído una enfermedad en el hotel.

El sospechoso facilitó algunos datos incriminatorias contra la supuesta trama, como sus redes de comunicación a través de mensajes telefónicos o correos electrónicos, el nombre de algunos de los responsables de la red residentes en Inglaterra y documentos con anotaciones de turistas captados.

Una de las informaciones que aportó fue que la red también estafaba supuestamente a hoteleros de Tenerife y Lanzarote, islas donde el tiquetero también captó turistas durante el invierno del año pasado.

Las estafas, que, según la Guardia Civil, se han perpetrado en varios puntos de España en los tres últimos años, ascenderían a más de 60 millones de eurosmás de 60 millones de euros.

La Federación y Meliá

Cuando el tiquetero declaró en Inca ya estaba personada como acusación popular la Federación Hotelera de Mallorca, representada por Jaume Campaner.

Una de las primeras cadenas en denunciar el caso fue el Club Mac de Alcúdia, que gestiona los hoteles Saturno, Marte y Júpiter. Esta empresa asegura que en 2016 había recibido 273 reclamaciones, con 797 supuestos afectados y que ascendían a 4,2 millones de euros.

Posteriormente se han personado otros grupos entre ellos Hoteles Meliá, la principal cadena española.

Las pesquisas por este caso las están desarrollando el Grupo de Delitos Económicos de la Policía Nacional, la Policía Judicial de la Guardia Civil y la Agencia Tributaria.

Según los investigadores la cúpula de la trama en Mallorca estaría encabezada por la empresaria Laura Cameron e integrada por algunos de sus tiqueteros. En Gran Bretaña estarían implicados empresas de reclamaciones y bufetes de abogados, aunque algunos de los sospechosos no han podido, ser identificados.