Ha muerto Carmen Ribas. Nuestra querida Carmen, la querida Carmen, nos ha dejado.

Formó parte del grupo de isleños que por primera vez visitaron los campamentos de refugiados saharauis , hacia finales de los años 80 del pasado siglo y que como resultado de ese primer encuentro, decidieron juntar los esfuerzos para dar a conocer la causa saharaui, entonces casi condenada al olvido, y desarrollar, a la vez, una firme solidaridad que en Carmen continuó año tras año, ampliada también a la denuncia y defensa de los desaparecidos y de los cautivos saharauis en las cárceles de Marruecos opresor.

Ella puso al servicio de esta solidaridad su propio despacho profesional, dedicó horas y horas extras al trabajo, a veces bien pesado, de las gestiones humanitarias. Asistió y participó en la organización y desarrollo de tantas iniciativas que asegurasen la ayuda eficaz a los niños refugiados, a los adultos torturados, a las mujeres perseguidas de este pueblo que aún trata de sobrevivir en el desierto.

Nunca podremos olvidar a la propia humanidad de Carmen, su dedicación, su entrega a esta y aún a otras causas justas que requieren el apoyo, el apoyo y el trabajo fraternal. Carmen no se ha cansado de esta generosa entrega y Carmen nunca dejará de estar en el corazón y en la memoria más viva de cuantos hemos tenido la suerte y fortuna de disfrutar de su amistad, de su hermandad.

Como dicen los saharauis en el despido final, nosotros también te deseamos lo mismo: que la arena del desierto te sea leve.