El Tribunal Supremo ha frustrado las expectativas de la expresidenta del Consell de Mallorca por Unió Mallorquina (UM) de acortar su estancia en prisión y ha confirmado la pena de dos años y medio de privación de libertad que le impuso el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB), en marzo del año pasado, por quedarse parte de los 4 millones de soborno que la empresa Sacresa abonó a cambio de la adjudicación de los solares de Can Domenge.

Munar se ha quedado tras esta sentencia igual a como estaba antes de su recurso: con una condena acumulada de más de 14 años de privación de libertad y con las miras puestas en obtener sus primeros permisos de salida, después el tercer grado y, por último, la libertad provisional.

Dos vistas orales

Munar fue juzgada en primer lugar por la Audiencia en la primera vista oral del caso Can Domenge. La expresidenta del Parlament fue sentenciada por los delitos de prevaricación, fraude a la Administración de Justicia y revelación de información confidencial, junto a otros exdirigentes de UM, entre ellos Bartomeu Vicens y Miquel Nadal, y el propietario de Sacresa, Román Sanahuja Pons, a seis años de cárcel por adjudicar a dicha empresa los solares de Can Domenge a la mitad de su valor de mercado. El Supremo confirmó después esa sentencia.

La segunda parte de Can Domenge se descubrió cuando el arrepentido Vicens confesó, en mayo de 2013, que Sacresa había pagado un cohecho de 4 millones de euros a Nadal, Munar, UM y a él para conseguir los terrenos.

Nadal, Vicens, Sanahuja y el transportista de los millones, Miquel Llinás, confesaron, en un juicio ante jurado, la trama y fueron sentenciados a penas de multa o de entre 1 año y 6 meses y 1 año y 10 meses. Munar también reconoció los hechos en la vista oral, pero no se le aplicó como al resto la atenuante de confesión.

El presidente del jurado impuso a Munar una pena de 3 años de cárcel, que la expolítica apeló ante la sala de lo Civil y de lo Penal del TSJB, que se limitó a reducir esa condena a dos años y medio de prisión. El Alto Tribunal declaró no probado que la también exalcaldesa de Costitx se había quedado la parte de león de los 4 millones de dádiva.

Munar no se dio por vencida y recurrió en casación ante el Tribunal Supremo, que ayer confirmó la pena de dos años y medio impuesta por el TSJB.

La defensa de la expresidenta de UM ha tratado de rebajar los dos años y medio de cárcel con un doble argumento: el cohecho juzgado en la segunda vista estaría penalmente relacionado con el fraude sentenciado en el primer juicio. Según ese razonamiento, Munar solo podría ser condenada a un máximo de un año de privación de libertad, pena que también tendría que se reducida por la aplicación de la atenuante de dilaciones indebidas.

El Supremo ha rechazado esos dos argumentos y ha determinado que cohecho y fraude fueron delitos distintos y susceptibles de condenas aparte.

El Alto Tribunal tampoco ve dilaciones indebidas en el caso.