El Consejo General del Poder Judicial ha resuelto con una sanción económica el expediente disciplinario iniciado contra la magistrada del juzgado de primera instancia número 17 de Palma, Margarita Poveda, que fue denunciada por desvelar a su expareja datos de un proceso de divorcio y dedicar duras descalificaciones a la mujer que se separaba de su marido. Entre otras expresiones, la magistrada calificaba a la mujer divorciada de "víbora con pretensiones de parásita". La magistrada ha sido sancionada con una falta grave y tendrá que pagar una multa de 500 euros. Sin embargo, podrá continuar al frente del juzgado. La sanción está muy lejos de la multa que reclamaba la fiscalía, que entendió que Poveda había cometido una falta muy grave por revelar a un tercero datos que había conocido por su condición de magistrada.

La titular del juzgado logró salir absuelta de la denuncia por revelación de secretos que presentó la mujer a la que había dedicado las descalificaciones. El TSJB se mostró muy crítica con la magistrada, pero entendió que no había cometido ningún delito. A partir de ese momento se inició el procedimiento disciplinario, que ha concluido con esta sanción, que puede ser recurrida.

Divorcio

La juez intervino en un proceso de divorcio de una mujer que había entablado una amistad con su anterior novio. Cuando el hombre le mencionó el nombre de esta mujer, recordó de quién se trataba, puesto que esta persona había demandado a su marido en el proceso de divorcio. Poveda intervino en las medidas provisionales. La juez le escribió varios emails a su expareja y le reconocía que había investigado a la otra mujer. "Me pareció una sabandija total y absoluta", señaló en uno de los mensajes, en los que también facilitó datos del hijo menor.

En uno de los mensajes explicó que fue muy dura al interrogar a la mujer, que terminó llorando. Sin embargo, en el vídeo de esta declaración judicial se demuestra, no solo que la mujer divorciada nunca lloró, sino que ni tan siquiera la juez le interrogó.