El depósito de cenizas de la incineradora de Son Reus, propiedad del Consell de Mallorca y gestionada por la empresa concesionaria TIRME, solo tiene capacidad para acoger este material hasta el mes de mayo y se precisa la construcción de uno nuevo de forma urgente. La consellera insular de Medio Ambiente, Sandra Espeja, explicó ayer que se debe construir un nuevo almacén que tendrá una capacidad de 564.642 metros cúbicos y se calcula que servirá para almacenar cenizas durante 13,5 años, a razón de unas 45.000 toneladas anuales.

La consellera Espeja relató que mientras se construye el nuevo se ha decidido incrementar siete metros la altura de acogida del viejo depósito para así hacer frente a la generación de basuras de la isla durante estos meses. Una vez construido el nuevo, el actual almacén, que data de finales de los años 90, será sellado y recubierto con una capa vegetal.

Sandra Espeja cargó con dureza contra el PP por la política de residuos que llevó a cabo el anterior mandato en que gobernó el Consell y cuya titular de Medio Ambiente era Catalina Soler. En este sentido, Espeja reveló que la importación de residuos de Irlanda e Italia realizada la pasada legislatura ha acortado en casi un año la capacidad del depósito de cenizas que ahora se encuentra en situación de saturación. En este sentido, la consellera insular criticó que los populares quisieran convertir Mallorca en el "vertedero de Europa" para tratar residuos procedentes de otros países. "Es importante que no entren residuos de fuera de Mallorca a quemarse porque la situación que deja no es buena", apostilló.

El viejo almacén será pavimentado para que quede cerrado de forma hermética y sobre esta cimentación se colocará una capa de vegetación. De esta forma, según los técnicos del Consell, se evita que la toxicidad de las cenizas se incorpore a la atmósfera. Justo al lado se construirá el nuevo almacén, que tendrá un coste de 9,2 millones y la empresa concesionaria, TIRME, lo repercutirá en la tarifa de la recogida de basuras que pagan los ciudadanos.

El proyecto del nuevo depósito que se construirá es menor que el presentado por TIRME, con el que se alargaba la vida útil hasta 2041, año en que concluye la concesión de la incineradora. Sandra Espeja explicó al respecto: "No queremos infraestructuras sobredimensionadas y creemos que con el incremento de reciclaje que se está produciendo será suficiente este depósito". Espeja habló de que solo el reciclaje de materia orgánica en Mallorca ha aumentado un 20%. La consellera insular de Medio Ambiente criticó también la falta de planificación del PP durante la pasada legislatura: "Es una actuación irresponsable del PP aprobar un Plan Director de Residuos sin planificación de ampliación, ya que sabían que la vida útil del depósito era limitada y llegaría un día en que quedaría del todo saturado, como nos encontramos hasta ahora".

500.000 toneladas de basura

El principal motivo de que el depósito de cenizas esté al borde de su capacidad máxima es que se había planificado una generación de basura de 200.000 toneladas anuales hace dos décadas y al final las cifras arrojan una producción de residuos de 500.000 toneladas al año. Se calcula que ello genera un 12% (45.000 toneladas) de cenizas anuales.

El proyecto tiene el visto bueno de la Comisión Balear de Medio Ambiente. Si bien todavía no cuenta con la autorización definitiva. El Govern les ha dado permiso para poder elevar la acumulación de cenizas 7,5 metros en el actual depósito, pero les ha advertido de que cuando tengan el nuevo almacén deberán sellarlo de forma inmediata.