El depósito de cenizas de la incineradora de Son Reus solo tiene capacidad para acoger este material hasta el mes de marzo y se precisa la construcción de uno nuevo. La consellera insular de Medio Ambiente, Sandra Espeja, ha explicado hoy que se debe construir un nuevo almacén que tendrá una capacidad de 564.642 metros cúbicos y se calcula que servirá para almacenar las cenizas durante los próximos 13,5 años, a razón de unas 45.000 toneladas anuales.

Espeja ha indicado que mientras se construye el nuevo se ha decidido incrementar siete metros la altura de acogida del viejo depósito para así hacer frente a la generación de basuras de la isla. La consellera insular ha cargado contra el PP por su política de residuos y ha revelado que la importación de residuos de Irlanda e Italia realizada la pasada legislatura ha acortado en casi un año la capacidad del depósito.

El viejo almacén será pavimentado para que quede cerrado de forma hermética y sobre esta cimentación se colocará una capa de vegetación. Justo al lado se construirá el nuevo almacén, que tendrá un coste de 9,2 millones y la empresa concesionaria, TIRME, lo repercutirá en la tarifa de la recogida de basuras que pagan los ciudadanos.

El proyecto autorizado es menor que el presentado por TIRME, con el que se alargaba la vida útil hasta 2041, año en que concluya la concesión de la incineradora. Sandra Espeja explicó al respecto: "No queremos infraestructuras sobredimensionadas"

La consellera insular de Medio Ambiente ha criticado también la falta de planificación del PP durante la pasada legislatura: "Es una actuación irresponsable del PP aprobar un Plan Director de Residuos sin planificación de ampliación, ya que sabían que la vida útil del depósito era limitada".

El principal motivo de que el depósito de cenizas esté al borde de su capacidad máxima es que se había planificado una generación de basura de 200.000 toneladas anuales hace dos décadas y al final las cifras arrojan una producción de residuos de 500.000 toneladas al año en Mallorca.