El Obispado de Mallorca se ha pronunciado esta mañana ante el juicio celebrado en la Audiencia de Palma a un sacerdote diocesano acusado de haber abusado sexualmente de una niña de doce años en febrero de 2015. En un comunicado, la Iglesia mallorquina recuerda que ha apartado cautelarmente al sacerdote en cuestión de cualquier actividad pastoral, prohibiéndole además oficiar misa en público. Asimismo, la diócesis se reafirma en su compromiso de tolerancia cero con la pederastia.

"En el mismo momento en que el Obispado tuvo conocimiento del caso, se inició una investigación previa para aclarar la verosimilitud de las informaciones de acuerdo con la normativa actual del ordenamiento canónico dictado por la Santa Sede. En este momento el proceso continúa su curso", señala la nota oficial.

"En el marco de esta investigación previa, y salvaguardando la presunción de inocencia del sacerdote, el entonces obispo de Mallorca monseñor Xavier Salinas Viñals decidió apartar de sus oficios pastorales y prohibirle el ejercicio público de su ministerio, medidas cautelares que a día de hoy siguen vigentes", añade el comunicado, sin detallar cuántas denuncias está investigando por su cuenta.

Por último, el Obispado "ratifica su firme voluntad de garantizar la protección de los niños y jóvenes ante cualquier tipo de abuso y su máximo respeto a las decisiones de la justicia ordinaria".