Un inspector de Policía, con amplia experiencia en la lucha contra la corrupción, ha elaborado un emotivo escrito, que ha preferido firmar con un seudónimo, en el que manifiesta su decepción con las últimas actuaciones del exfiscal Pedro Horrach, con quien tuvo la oportunidad de trabajar codo con codo durante años.

Un escrito que firma como "Jordan, semper fidelis, pobre en dinero, pero rico en honor", y que es la reacción ante las declaraciones realizadas por Horrach, en IB3 radio, en las que consideraba una falta de respeto que el juez Penalva le hubiera acusado de obstrucción a la justicia tras su intervención en el caso Cursach. El autor de la carta detalla que redacta este escrito "con gran dolor y pesar ante lo que considero un no una simple falta de respeto o acto impresentable como tú calificas al juez Penalva (con quien no me une ni la décima aparte de amistad, aprecio y admiración que me unía a tí), sino el mayor acto de deshonor, inmoraliad y traición a los principios que guiaron nuestro proceder durante los maravillosos años que tuvo el honor de compartir junto a tí y otra serie de personas excepcionales de esa lucha que protagonizamos contra la gran lacra social que es la corrupción".

El inspector manifiesta su dolor, pero sobre todo "la tremenda decepción al observar como el gran impulsor, adalid de aquella lucha se coloca ahora frente a los que fueron sus subordinados, sus compañeros, en definitiva, contra todos aquellos con los que en decenas de veces compartió, emociones, hallazgos importantes, interrogatorios... etc. Aquellos que lo veían como un hombre intachable, un verdadero faro, un pilar inamovible que sostenía y sostendría en tiempos futuros la lucha contra la corrupción".

En otra parte del intenso escrito, el inspector relata que la primera actuación como letrado de Horrach fuera precisamente ante este policía, tras la detención de una persona relacionada con el caso Cursach. "Por respeto a tí, no la describo y guardo para mí la situación vivida", señala el autor. "Aún a pesar de ese episodio, que hizo saltar mis lágrimas en sede judicial, donde recordarás te hice saber el mal trago pasado por ambos, continué confiando en tí...hasta el día de hoy, el día en el que nuevamente una estocada da la razón a aquellos a quien tan bien conoces.

El inspector señala que con este relato no tiene otro objetivo que "el desahogo y la ilusión que, por algún breve instante de su lectura, te hayas retrotraído a tiempos pasados y hayas recordado con alegría momentos en los que fuiste realmente grande".

Lea aquí la carta: