Un nuevo caso de presunta pederastia sacerdotal en Mallorca se dirimirá esta semana en la Audiencia de Palma. Este miércoles, a partir de las diez de la mañana, se sentará en el banquillo de los acusados el presbítero Antoni Cano Oleo, de 74 años, acusado de haberse aprovechado de estar en 2015 en su casa de Calonge (Santanyí), en compañía de una menor de 12 años de edad y haberla sometido a tocamientos. La Fiscalía solicita para el cura tres años de cárcel.

Se trata del segundo caso de abusos sexuales en el que está incriminado un sacerdote que aborda la justicia ordinaria en la isla, después de haber condenado en el verano de 2016 al ahora excapellán Pere Barceló Rigo a seis años de prisión. Barceló confesó ante el tribunal haber violado repetidamente en los años 90 a una niña, mientras era párroco de Can Picafort (Santa Margalida), y actualmente cumple la pena en la cárcel de Segovia.

En el caso de Cano, que fue durante años párroco de Selva -donde también fue denunciado por supuesta agresión sexual a un antiguo monaguillo, aunque posteriormente los hechos se declararon prescritos-, se enfrenta a una pena de tres años de cárcel y otros cinco de libertad vigilada.

No quería dormir sola

Según el escrito de acusación, "una noche del mes de febrero de 2015, cuando se encontraba en su domicilio, sito en la localidad de Calonge, en Santanyí, en compañía de la niña, que contaba con doce años de edad, como quiera que la misma tenía miedo de dormir sola, se acostó en la cama del acusado, y éste, con la intención de satisfacer sus deseos sexuales, empezó" una serie de tocamientos en las partes íntimas de la chica. "En ese instante, la menor, al sentirse incómoda, le propinó un codazo para que parara, si bien pasados unos minutos el acusado volvió a repetir los mismos hechos, teniendo la menor que propinarle otro codazo", relata la fiscal del caso.

De probarse los hechos durante el juicio, Cano puede ser sentenciado por un delito de abuso sexual. La acusación particular también pide cárcel para este sacerdote mallorquín.