El derribo de tres de los edificios que formaban parte del complejo de Son Dureta -el hospital materno-infantil, el edificio verde de consultas externas y la edificación que albergaba las cocinas y los vestuarios del personal- comenzará en enero de 2019, ha estimado la presidenta Francina Armengol durante la visita que ha cursado este mediodía a esta infraestructura acompañada de la consellera de Salud, Patricia Gómez, la de Serveis Socials, Fina Santiago, y el alcalde de Palma, Antoni Noguera, entre otras personalidades.

El coste de esta demolición ascenderá a unos 6 millones de euros mientras que el edificio B que se erigirá en el lugar donde se alzan los inmuebles que serán derribados costará en torno a los 50 millones de euros. La inversión prevista en todo el complejo sociosanitario -en el que también se contempla una ambiciosa remodelación del edificio general semicircular y una residencia de ancianos de 120 plazas que se edificará donde estaba el antiguo aparcamiento para el personal de Son Dureta- ascenderá a unos 120 millones de euros, detalló la consellera de Salud.

El alcalde Palma, Josep Noguera, ha destacado que el proyecto contempla tres de sus reivindicaciones. A saber, una corredor verde que conectará a la barriada palmesana con el bosque de Bellver, un centro de salud para la misma que actuará también como servicio de urgencias (SUAP) para 120.000 usuarios de Ciutat y un bulevar en la calle Andrea Doria, concretó el primer edil.

También aseguraron los dirigentes presentes en la visita al futuro complejo sociosanitario que éste contará con 500 plazas de aparcamiento gratuitas para los usuarios y sus familiares.