La testigo número 31 de la causa Cursach, conocida como la 'madame', declaró ayer como imputada por la querella que a finales de año presentó la fiscalía, por un presunto delito de denuncia falsa. Se le acusa de haber mentido tras implicar a dos inspectores de Policía, diciendo que habían acudido a su domicilio, en representación de Cursach, para quitarle sus documentos de identidad, para facilitar su marcha al extranjero. Esta denuncia fue recogida en una grabación que realizó el mismo juez Penalva. La mujer, entre otras cosas, detalló que estaba recibiendo ofertas económicas, del entorno de Cursach, para que acusara al juez y al fiscal de haberla coaccionado.

El juez Penalva ordenó a la Policía que investigara estas graves acusaciones vertidas por la testigo contra dos destacados inspectores de la Policía de Palma. Y la investigación policial determinó que los hechos que narraba la testigo no se habían producido y, por tanto, se concluyó que la mujer había mentido. Como consecuencia de ello la fiscalía la denunció por falso testimonio.

Sin embargo, a pesar del contundente informe policial, la 'madame' insistió ayer de nuevo en que los dos inspectores se presentaron en su casa, le intervinieron los documentos y a continuación la llevaron a comisaría. La mujer sufrió un repentino desmayo en plena declaración, llegando a caer de la silla. Sin embargo, se sospecha que se trató de un acto simulado, debido a la rápida recuperación que tuvo. La mujer se negó a recibir asistencia médica. Explicó que la han desahuciado de su vivienda y ahora vive con su hijo en una casa de acogida.