La Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Balears ha decidido rechazar definitivamente la querella presentada contra el juez Penalva y el fiscal Subirán, que presentaron dos abogados, acusándoles de manipular y coaccionar a los testigos que declararon en la causa del llamado caso Cursach. Los magistrados confirman una decisión anterior, impugnada por los querellantes, que ya denegó la admisión a trámite de dicha querella, considerando que no se apreciaba ningún indicio de delito.

La querella la presentaron los abogados José Ignacio Herrero y Vicente Campaner, que solicitaron incluso la inmediata detención del juez y del fiscal. Los abogados basaron su acusación en una grabación clandestina que realizó uno de ellos en el despacho del juez, en la que se recoge la declaración de varios testigos, sobre los que se sospecha que han mentido.

El tribunal, pese a que no acepta la querella, ha adoptado una serie de medidas que podría perjudicar a los abogados.La Sala ordena que se depuren responsabilidades sobre los dos letrados, porque se aprecia en ellos una actuación de mala fe procesal, por cuanto habrían alterado el contenido de unas conversaciones, describiéndolas entre comillas y señalando un sentido de la frase que no respondería a la verdad.

También ordena el tribunal que se inicie un proceso disciplinario contra los dos letrados, porque en el escrito del recurso habrían indicado que los magistrados habrían actuado con mala fe procesal. Y por último, se oficia a la Guardia Civil para que analice las grabaciones realizadas entre el juez y la testigo número 31, añadidas en la querella contra Penalva, porque se sospecha que habrían sido manipuladas.

Sobre el fondo del caso, la Sala no aprecia ninguna actuación delictiva en el juez Penalva, si bien cuestiona la familiaridad que muestra con algunos testigos. Niega el tribunal que en algún momento de la instrucción el juez o el fiscal hubieran manipulado a los testigos, como se aseguró en la querella.