El IB-Salut tuvo que rectificar el pasado mes de julio una resolución firmada por su director general, Juli Fuster, en la que se eximía a médicos y a enfermeras de acreditar el nivel B2 del catalán por el gran malestar que suscitó en sus socios de Govern de Més y que a punto estuvo de provocar una seria crisis en el Ejecutivo autonómico.

Un malestar que se tradujo en la consiguiente anulación de la resolución y el inicio de las reuniones de la dirección general de recursos humanos del IB-Salut y la dirección general de política Lingüística, en manos de los econacionalistas, para redactar el decreto del catalán que, a día de hoy, al parecer se encuentra parado.

Como se recordará, este texto legal pasó el trámite de negociación preceptiva en la mesa sectorial de sanidad el pasado 17 de noviembre, hace ahora casi dos meses, tras dos intentonas frustradas por la incomparecencia del sindicato médico y del de enfermería, cosechando un escaso apoyo: cuatro 'noes' del SATSE, Simebal, CC OO y CSI-F, y dos abstenciones de UGT y de los técnicos de enfermería (SAE) . Y este último sindicato se desdijo tan solo dos días después declarándose dispuesto a presentar alegaciones para que el conocimiento del idioma fuera un mérito y no un requisito.

Company: El PP lo derogará

Por su parte, el presidente del PP, Gabriel Company, aseguró ayer que el Govern tiene "al colectivo sanitario revolucionado" y avanzó que si vuelven a gobernar derogarán el decreto del catalán en la sanidad. "La lengua se puede defender donde corresponda, pero no se puede hacer menguando un servicio tan básico como la atención sanitaria", sentenció.