El TSJB ha reconocido la incapacidad permanente absoluta a una mujer tres años después de su muerte. Esta persona, que era limpiadora de pisos, venía reclamando desde el año 2004 que se revisara su grado de incapacidad al no estar conforme con la valoración que le habían realizado. Dicha incapacidad fue reconocida como consecuencia de la depresión que sufría la trabajadora. Ante la negativa de la administración a valorar de nuevo el grado de incapacidad, la mujer acudió a los tribunales. Antes de que se dictara sentencia la mujer falleció. Su hija le sustituyó procesalmente. Ahora los jueces le dan la razón.