Un juez de primera instancia de Manacor, Tomás Sánchez-Puente, ha dictado una sentencia pionera en España en la que condena a un concesionario de la localidad y a Volkswagen Audi España a devolver a un cliente el importe total de un coche Skoda Yeti de un modelo supuestamente ecológico y que en realidad, debido a un trucaje informático, provocaba más emisiones de Nox (óxidos de nitrógeno) que las homologadas oficialmente.

La demanda ha sido interpuesta por el bufete madrileño Martínez-Blanco abogados, especialistas en reclamaciones de consumidores, y que sostiene que el fallo es pionero en España y a escala mundial. Hasta ahora la Audiencia Provincial de Palma había fijado una indemnización de 500 euros para los afectados por el llamado escándalo ‘Dieselgate’, que se descubrió hace años y que consistió en el trucaje de cientos de miles de vehículos del importante grupo automovilístico internacional para pasar los controles oficiales de emisiones y luego ofrecer mejores prestaciones de los coches en carretera, que en realidad contaminaban más de lo que se informaba a los Gobiernos y a los consumidores.

En el caso de Manacor el particular compró el vehículo en 2012 y, según la sentencia, lo hizo motivado porque se trataba de un modelo más respetuoso con el medio ambiente, que otros coches de la misma gama.

El turismo llevaba la etiqueta de ‘greenline’ y se anunciaba como “respuesta a la gran preocupación por el medio ambiente”.

Según el jefe de talleres del concesionario, fue un modelo que se vendió poco y estaba dotado de unas llantas y cubiertas orientadas al bajo consumo.

Engaño y anulación

El juez concluye que el demandante adquirió el vehículo movido por su afán de preservar el medio ambiente, cuando la realidad era que se trataba de un coche con emisiones parecidas a otros de gama similar. Ese engaño fuerza al juez a decretar nula la compraventa del turismo y a condenar a los dos demandados a devolver al comprador el precio que pagó en su día: 19.378 euros. A cambio el consumidor tendrá que devolver el vehículo.

El comprador no tendrá que descontar de esa cantidad la depreciación del coche durante los seis años en los que lo ha usado. Hace dos años ya había recorrido 57.688 kilómetros.

El magistrado reprocha a la multinacional el que no halla facilitado los índices de emisión de óxidos de nitrógeno del Skoda Yeti en condiciones de circulación normal por carretera o ciudad y con el programa informático trucado. La multinacional ha ido ofreciendo a sus clientes a la instalación de un nuevo programa no alterado, pero la sentencia destaca que aunque se adoptara esa solución ya no se puede evitar el exceso de contaminación causado en todos estos años.

La sentencia puede recurrirse ante la Audiencia de Palma, que deberá pronunciarse sobre este fallo pionero en este tipo de reclamaciones de consumo.