La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha regresado de Madrid sin haber conseguido que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, diera marcha atrás en su decisión de recortar a Balears 67 millones de euros de los fondos que debían recibir las arcas autonómicas como adelanto a cuenta del sistema de financiación. Según explicó la jefa del Ejecutivo balear a la salida de su reunión con Montoro, el ministro no modificó su decisión y mantuvo su argumento de que la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado conlleva esta medida.

"Le hemos puesto sobre la mesa nuestra queja política y le hemos emplazado a que, si se trata de una cuestión técnica, busque fórmulas para solucionarlo, porque lo que no puede ser es que las perjudicadas seamos las Comunidades Autónomas ya que los presupuestos del Estado no dependen de nosotras", relató la presidenta quien recordó que el Govern sacó adelante sus presupuestos en el Parlament teniendo en cuenta esos ingresos previstos de 67 millones.

Los argumentos de la jefa del Ejecutivo no hicieron mella en el ministro, que dijo a Armengol que su decisión "no era un chantaje" para presionar al PSOE a que respalde los presupuestos del Gobierno central. "Esperamos que la situación se pueda arreglar cuando se aprueben los presupuestos estatales, pero lo que tenemos claro en el Govern es que ejecutaremos las medidas previstas en nuestros presupuestos y que no habrá recortes", sostuvo Armengol.

La presidenta, que acudió al encuentro con Montoro acompañada por la consellera Catalina Cladera y el director general de Presupuestos, Joan Carrió, tuvo más éxito a la hora de despejar las dudas respecto a si en 2019 estará en vigor un nuevo REB, como había acordado con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.Régimen Especial

De hecho, la reunión con el ministro estaba prevista para tratar sobre el futuro REB para Balears, aunque el recorte de los 67 millones de la financiación que debían llegar a las islas, que el ministerio comunicó a la Conselleria la pasada semana, incluyó este asunto en los temas a tratar. No obstante, el grueso de la reunión de ayer, que se alargó durante dos horas, se centró en el Régimen Especial Balear, para el que Montoro y Armengol acordaron "acelerar" las negociaciones con el fin de cerrar el acuerdo en la comisión mixta en el primer trimestre del año. De este modo el Consejo de Ministros aprobaría el proyecto de ley inmediatamente después y lo remitiría al Congreso de los Diputados, con el fin de que quede definitivamente aprobado antes de que acabe el año.

Cladera ya entregó la propuesta balear para el REB a Montoro en septiembre, en un encuentro en el que se fijó un calendario de negociaciones bilaterales con el objetivo de contar con un texto consensuado antes de que acabara 2017. Por ahora, el Gobierno central no ha presentado ninguna propuesta y Armengol admitió ayer que le hubiera gusta tener ya cerrado el acuerdo, pero confió en que el ministro cumpla con su compromiso de acelerar los trabajos. De hecho, la próxima semana Cladera se reunirá con el secretario de Estado para comenzar a intercambiar documentos. La presidenta resaltó que el REB incluirá un fondo de insularidad, medidas fiscales y ayudas en materia de transportes. En este sentido, dejó claro que el Govern mantiene la reivindicación de aumentar el descuento de residentes hasta el 75 por ciento en las conexiones con la Península.

Junto a ello, Montoro se comprometió también a intentar acelerar las negociaciones para las inversiones estatutarias pendientes, aunque también quedarán en el aire mientras se mantenga la prórroga de los presupuestos, al igual que los 240 millones que debían llegar a Balears del convenio de carreteras, según recordó ayer Armengol.