La factura de la luz subió un 5% en diciembre. Y los expertos advierten de nuevas subidas en 2018. Kilovatios a precio de oro que han puesto contra la pared a cientos de familias de Mallorca, incapaces de mantener la casa caliente en invierno al no poder afrontar un recibo que no deja de crecer. Poner la lavadora solo una vez a la semana, racionar el agua caliente de la ducha o dejarse puesto el abrigo en casa para combatir el frío es la rutina de muchos hogares de la isla.

El Govern balear ha destinado desde el pasado invierno 400.000 euros para combatir la pobreza energética. Estas ayudas son gestionadas en la isla por Cruz Roja y Cáritas, organizaciones que abonan las facturas de los beneficiarios después de evaluar cada caso. "Complementamos esta aportación económica con un taller de economía doméstica en el que les explicamos cómo interpretar una factura de luz o de gas, qué tipo de bonificaciones existen cómo ahorrar para reducir el importe de la factura", explica Carolina Valls, trabajadora social de Cruz Roja.

El 'projecte fanal' de esta organización, dirigido a personas que no pueden pagar el suministro eléctrico, atendió a 260 familias en 2017. El importe medio de las facturas, que Cruz Roja paga directamente a las compañías eléctricas, ascendió a 80 euros.

"El perfil mayoritario de los beneficiarios de estas ayudas son pensionistas que cobran la jubilación mínima y familias con niños sin ingresos al estar los dos padres en paro. O van al supermercado o no pagan la luz. Para estos perfiles una factura de 80 euros es muchísimo dinero, inalcanzable", relata Valls.

Joan Groizard, director general de Energía y Cambio Climático del Govern, explica que las eléctricas se han comprometido ante el Govern a no cortar el suministro a familias vulnerables. "Si lo hacen, evaluamos la situación de los afectados y les restituimos el suministro", argumenta Groizard.

El máximo responsable de la política energética del Govern afirma que Cruz Roja y Cáritas han solicitado 260.000 de los 400.000 euros destinados a combatir la pobreza energética. "Estos últimos años se ha ido reduciendo este tipo de situaciones. Comparativamente, la situación económica es diferente y eso ha permitido que se rebajen un poco esas expectativas", explica Groizard.

Paralelamente, los afectados pueden pedir un bono social dependiente del Gobierno central y que en octubre varió los criterios para ser beneficiario. Si hasta ahora el máximo de descuento era del 25% (para los consumidores vulnerables), con el nuevo decreto también se contempla la opción de una rebaja del 40% (para los usuarios vulnerables severos) y del 50% para los que están en riesgo de exclusión.

El Govern ha arrancado a las eléctricas de referencia el compromiso de no cortar la luz a las personas en situación vulnerable. No entra en este grupo Som Energia, una cooperativa "ética" que cuenta con unos 2.000 socios y 5.000 clientes en Balears. "Tenemos un protocolo de actuación avanzado para no cortarle la luz a nadie. Y lo diseñamos mucho antes que las comunidades autónomas", explica Alfonso Sánchez, miembro de la cooperativa en Mallorca.

Sánchez reconoce que, tal como está montado el sistema eléctrico en España, "el margen de maniobra para luchar contra la pobreza energética no es muy amplio". Tampoco para bajar precios. Som Energia acude a una subasta para comprar energía como cualquier eléctrica. "A veces nos ha salido mejor y otras mejor, pero el precio te lo marca el mercado", indica.

De momento ahorrar en la factura pasa por reducir el consumo en los hogares. "El 24 y el 25 de enero organizaremos unas jornadas recomendando cómo ajustar la potencia de la energía contratada y cómo ahorrar en un hogar", indicó Sánchez.