"El inicio de las rebajas ha dejado de ser un acontecimiento social, y hace tiempo que desaparecieron las colas para entrar en los grandes comercios", señala el presidente de Pimeco, Bernat Coll. Tanto él como el vicepresidente de Afedeco, Pedro Mesquida, apuntan un factor en esa pérdida de interés por parte de los consumidores: la liberalización fijada por el Gobierno, que suprimió la existencia de dos periodos anuales y permitió que las rebajas se pueda realizar en cualquier momento del año.

Según se señala, eso ha provocado el "despiste" de los clientes y ha favorecido el que el sector se haya visto inmerso en una tendencia a mantener ofertas a lo largo de buena parte del año. Además, se lamenta que se haya perdido la función original de las rebajas, como era que el comerciante liquidara su stock con la temporada a punto de concluir.

La solución, según las patronales del comercio tradicional, pasa por recuperar la regulación clásica, que fijaba el inicio de las rebajas de invierno para el día 7 de enero y las de verano para el 1 de julio (aunque en una zona turística como Balears hay muchos que serían mas partidarios de esperar al 15 de julio).

Estos representantes del sector son de la opinión de que incluso las grandes superficies verían con buenos ojos esa recuperación de las fechas de inicio a las que todo el sector estaba obligado a esperar, al considerar que ello permitiría recuperar la expectación que las rebajas generaban.