Mañana se producirá el inicio 'clásico' de las rebajas de invierno, una vez superada la festividad de Reyes, pero con unas expectativas muy débiles por parte del sector, por diferentes motivos. Tanto grandes empresas como pequeños establecimientos reconocen que "no hay peor día de la semana que el domingo" para dar inicio a esta campaña de descuentos, lo que explica que la mayoría de las pequeñas tiendas reconozcan que su intención es permanecer cerradas durante esa jornada, cediendo el protagonismo a los grandes centros, que sí abrirán sus puertas. La esperanza para estos últimos radica en que sea "un día lluvioso, ya que el buen tiempo saca a la gente de la ciudad".

Sin embargo, hay otros factores que se señalan a la hora de justificar esta previsión de escasa facturación durante la jornada de mañana: la liberalización de estas campañas por parte del Gobierno de Mariano Rajoy ha permitido que un número elevado de tiendas lleven puesto el cartel de 'rebajas' desde hace días (muchos lo instalaron el pasado día 2, otros incluso antes), a lo que hay que sumar el que desde la celebración del Black Friday el sector esté inmerso en diferentes promociones con reducciones de precios en productos seleccionados. El resultado ha sido que tras un buen noviembre, las ventas conseguidas en diciembre sean calificadas de "mediocres" en relación a lo esperado, según señalan el vicepresidente de la patronal Afedeco y el presidente de Pimeco, Pedro Mesquida y Bernat Coll respectivamente.

En este aspecto, se reconoce que este 'pinchazo' en la demanda de las ultimas semanas ha hecho que los estantes de los comercios estén llenos de productos sin vender, lo que va a suponer la aplicación de fuertes descuentos desde el primer momento, según señalan tanto pequeños como grandes comercios, que se moverán entre el 30% y el 50% en la mayoría de los casos.

Las grandes superficies matizan ese balance negativo de diciembre que realiza el sector tradicional, y afirman que ha sido un buen mes, al menos en la isla frente a resultados más débiles en diferentes puntos de la península. El motivo, se alega, es que la meteorología que Balears ha registrado en diciembre ha sido en general más invernal que la que se ha dado en otras autonomías, favoreciendo la demanda de prendas de abrigo.

En cualquier caso, la debilidad de las ventas que se prevé para mañana no implica que vaya a ser una mala campaña. Las previsiones del sector apuntan más bien a que se moverá en niveles similares a los del pasado año, o en el mejor de los casos con crecimientos en la facturación relativamente débiles en cada establecimiento.

Porque aunque se registra ya una reactivación del consumo, fruto de una mejoría en el empleo y del tímido inicio de la recuperación salarial, hay un elemento clave que juega en contra de estos negocios: el fuerte crecimiento de la competencia.

Alza en la competencia

Pedro Mesquida aporta dos factores en relación a este último punto. El primero es la consideración de que el sector comercial mallorquín está sobredimensionado, tanto por la apertura de algún nuevo gran centro comercial como por la proliferación de pequeños establecimientos. "El sector está dimensionado para hacer frente a las puntas de demanda del verano, cuando la isla está llena de turistas, pero en invierno el exceso de tiendas es evidente. Si el nivel de ventas que tenemos en temporada baja se mantuviera durante todo el año, el 60% de los comercios de la isla se vería obligado a cerrar sus puertas", afirma el vicepresidente de Afedeco.

Pero a ello añade otro aspecto clave: el fuerte crecimiento que se está dando en las ventas a través de internet en detrimento de la facturación que se consigue con la atención directa al cliente en las tiendas. Eso supone que "aunque la gente pueda gastar algo más gracias a la mejora de la economía, los ingresos están mucho más repartidos y toca a menos por establecimiento".