Decenas de personas se concentraron ayer la plaza de Bunyola para celebrar que ya pueden visitar a sus vecinos de Sóller sin tener que pagar cerca de diez euros.

Convocados por la asociación de vecinos de Bunyola brindaron por la gratuidad del túnel, conseguida tras años de lucha vecinal encabezada por esta entidad, que junto con otras asociaciones del municipio y de Sóller, ha liderado las reivindicaciones para conseguir la supresión del peaje de esta infraestructura inaugurada en 1997 que dejó a los bunyolins sin ningún tipo de subvención, a pesar de las intensas relaciones laborales y educativas que les unen con el municipio vecino.

Carmen Parra, que en los últimos años ha liderado la asociación de vecinos, fue de las primeras que el jueves por la tarde, cuando la concesionaria abrió por sorpresa las barreras, se desplazó hasta el peaje. "Desde el principio pusimos el foco en este problema grave que teníamos en Bunyola y, al fin, las instituciones han tenido la sensibilidad de tomárselo en serio", relató mientras enumeraba las acciones llevadas a cabo en los últimos años, desde las gestiones con el Consell y el Govern hasta la organización de varias manifestaciones en las que participaron centenares de personas pasando por la denuncia que impulsaron ante el Defensor del Pueblo.

Aunque la mayor parte del túnel está dentro del municipio, los bunyolins nunca tuvieron descuento y solo los estudiantes del instituto Guillem Colom de Sóller disponían de tarjetas con un número limitado de viajes gratis.

Carmen parra ondea la bandera de la asociación de vecinos tras la apertura del peaje. B. SUAU