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Boulevard

Petit Deià podrá subir los precios de la macrourbanización

El hospital de Son Espases ocupa un menos que discreto puesto 58 y bajando, entre los ochenta hospitales evaluados por el ´Monitor de Reputación Sanitaria´ con pretensiones de exhaustividad.

No puede ser mera coincidencia que tanto Francina Armengol como Biel Company hayan asistido a una proyección de ´Asesinato en el Orient Express´, donde la víctima es un hombre malvado que viaja en el mismo tren que una mujer atormentada.

El Gob batalla en solitario contra la macrourbanización Petit Deià, equivalente para dicho municipio a que en Palma se levantaran 20 mil viviendas. Aquí no colaborará el Consell de Autopistas de Mallorca, ni el Govern que legaliza el alquiler turístico en pateras. Mallorca está más desprotegida que en cualquier etapa de su vida reciente. La izquierda no ha acabado con el negocio de la destrucción paisajística, se ha sumado entusiasta a perpetrarlo.

Recuerden dónde leyeron antes sobre el gigantesco proyecto de Petit Deià, cuidadosamente ocultado por las autoridades locales e insulares que lo tramitaron. La izquierda atónita y afónica lloriquea su ineptitud. Claro que puede actuar. Autorizando un edificio de doce plantas en el solar aledaño que tape las vistas a los suecoalemanes, o instalando allí un vertedero de residuos imprescindible en la zona. O inspeccionando, simplemente, a las partes implicadas. O vigilando el estricto cumplimiento de las obras, a diferencia de lo habitual.

Lo peor siempre está por llegar. Demostraremos a continuación que el benemérito Gob y su seguro servidor contribuimos de manera impagable al negocio de Petit Deià. Las lágrimas de cocodrilo por la autorización del proyecto dificultarán como mínimo la implantación de barbaridades semejantes, hoy en fase embrionaria. ¿Quién podrá por tanto subir los precios de las 21 viviendas con aparcamientos del macroproyecto? En efecto, los denunciantes redondean el negocio de los especuladores. La publicidad adjuntará que se trata de la última oportunidad de contribuir a la aniquilación de Deià. Luchando contra la corrupción enriqueces a los abogados de corruptos, protegidos por el decano de su Colegio. Denunciando la destrucción, favoreces los intereses de los promotores. Q.E.D.

Si la vicepresidenta B.B. sustituye al vicepresidente B.B., no puede hablarse de una revolución. Dios me libre de defender a Biel Busquets, pero no acabo de entender los ataques que ha recibido de hoteleros y PP por su ignorancia turística. Antes de defenestrarla, la Federación Hotelera estuvo presidida por una persona sin un solo hotel a su nombre, y su sucesora representa a un dignísimo establecimiento de tres estrellas en el Port de Sóller. Ninguna de estas características fue utilizada como una carencia, y así debe ser, aunque todos reconocemos que se necesita una inteligencia singular para orientar las tumbonas cara al sol en una piscina. De los seis últimos presidentes de la patronal, tres no eran hoteleros, y nunca se reprochó a los consellers de Turismo de PP y UM su condición de paracaidistas.

Si Uber es una “empresa de transportes” según los jueces supremos, entonces Airbnb es “una empresa turística”. Por tanto, los patronos del alquiler ilegal ascienden a empresarios en vez de anfitriones colaborativos. No intentes acercarte a Ella cuando se siente exquisita, pero le inquiero de todos modos:

—Rendirás tus lamentos feministas ante la foto oficial de un Govern con siete mujeres y cuatro hombres.

—Sí, pero, ¿por qué van vestidas de excursionistas?

Tenemos clasificaciones hospitalarias para todos los gustos. El Monitor de Reputación Sanitaria se presenta como la cumbre de la evaluación exhaustiva de los hospitales españoles. Ha cocinado tantos datos que aspira a la infalibilidad. Por desgracia, esta perfección va en contra de Son Espases, que ocupa el menos que discreto puesto 58 entre los ochenta centros calificados.

Por si la endeble posición en el Monitor no fuera suficiente, el hospital de referencia palmesano desciende un escalón desde la anterior entrega. Por encima no solo figuran los gigantes catalanes y madrileños, sino la casi totalidad de la planta hospitalaria estatal. Suerte que Pedro J. Ramírez acude en nuestro auxilio, y su digital El Español sitúa a Son Espases como uno de los veinte mejores del país. Felicita al centro por su Servicio de Inmunología, lo empareja con el legendario Vall d’Hebron. ¿En qué criterios se ha basado? Entre otros, en el Monitor de Reputación Sanitaria. Mi respuesta es la de siempre. Háblenme de médicos y no de instituciones.

Un juez decide paralizar la gratuidad del Túnel de Sóller, medida social decidida por votación de una institución democrática, en un rescate acordado tras abonar una indemnización y que afecta a una vía pública. A continuación, otros jueces con mejor criterio anulan la suspensión por absurda. Entre dos conclusiones contrarias, al menos una es falsa. ¿Y? Pues no pasa nada. Intente usted cometer un error de semejante calibre en una empresa privada, y aténgase a las consecuencias. A propósito, estoy radicalmente en desacuerdo con una medida en que los mallorquines pagamos otro peaje a los coches de alquiler. Sin embargo, respeto los votos del Consell.

La rigurosa exclusiva de esta sección mendaz les informa hoy de que Francina Armengol y Biel Company han visto la reedición de Asesinato en el Orient Express, aunque no en la misma sesión. Es una premonición de que correrá la sangre en la política mallorquina. Nadie ignora que la obra de Agatha Christie narra el asesinato de un hombre malvado a quienes todos odian a su alrededor, incluso sus más íntimos. La hostilidad viene capitaneada por una mujer atormentada, en colaboración con otras. En fin, no seguimos porque este párrafo queda exento de la crónica política. Vean Asesinato en el Orient Express, si quieren ser presidentes de Balears.

Reflexión dominical anómala: “Lo extraño no es que Donald Trump haya llegado a presidente de Estados Unidos, lo extraño es que Obama llegara a serlo”.

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