El Corredor de migración de cetáceos del Mediterráneo que abarca la zona que separa la costa catalana y valenciana de la balear será declarada como Área Marina Protegida, según explicó ayer la Conselleria de Medio Ambiente y la Alianza Mar Blava. Esta nueva figura de protección cierra la puerta a las prospecciones de hidrocarburos en esta zona.

La aplicación de este corredor de cetáceos es una victoria, según explicó el conseller de Medio Ambiente, Vicenç Vidal y el coordinador de la Alianza Mar Blava, Carlos Bravo. Explicaron que este proyecto se ha aprobado provisionalmente en el marco del Convenio de Barcelona, conformado por los países con costas bañadas por el Mediterráneo, y está previsto que en los próximos meses se publique en el Real Decreto.

"Hemos pasado de la defensiva a la ofensiva", manifestó Bravo. Explicó que se empezó a trabajar en este proyecto el 2015 y que se ha logrado que sea una realidad incluso con la actitud del Gobierno central de "retardar el procedimiento" por intereses del Ejecutivo con las empresas petroleras.

La superficie total de la futura área protegida es de más de 46 kilómetros cuadrados, esta protección va a prohibir el uso de técnicas que tengan la intención de buscar zonas con hidrocarburos y también cualquier tipo de actividad extractiva.

Según explicó Mar Blava, actualmente existen permisos de investigación de hidrocarburos en el golfo de León; también el proyecto Medusa, solicitado por cuatro compañías petrolera frente las costas de Tarragona y el proyecto de sondeos acústicos en el Mar Balear. Todos estos proyectos se solapan con la futura área protegida de estas actividades.

Según explicó el coordinador de Mar Blava, esta nueva figura de protección no va a suponer la prohibición del tránsito marino, pero si puede suponer una regulación, para facilitar que existan "zonas tranquilas", que pude suponer que las embarcaciones deban usar unas determinadas rutas para favorecer estos espacios en los que se reduzca al máximo los sonidos producidos por las embarcaciones.

Los representantes insistieron en remarcar que ha sido gracias a la movilización ciudadana que se logrado llegar hasta aquí. "Es un éxito de la sociedad civil, remarcó el director insular del Medio rural y Marítimo del Consell de Eivissa, Vicent Tur, "ellos han sido los que han hecho el trabajo importante y las instituciones les han apoyado", explicó.

"Cuando todos están unidos es cuando se consiguen las cosas", manifestó la consellera de Medio Ambiente del Consell de Mallorca, Sandra Espeja.

Rorcuales, cachalotes y delfines

En esta franja marítima habitan varios cetáceos como el rorcual común que en su ruta migratorio por el mediterráneo incluye el paso entre la costa de la península Ibérica y Baleares o el cachalote. También se ha constatado la presencia del delfín mular, común y listado y de tortugas, entre otros animales marinos.

El ruido submarino puede afectar gravemente la vida de los cetáceos, tortugas y otros seres vivos marinos; puede conllevar la interrupción de actividades vitales como la alimentación o la reproducción y pueden desorientarlos o suponer su varamiento en su camino migratorio por diversas zonas del Mar Mediterráneo.