Alrededor de cien personas se han concentrado a partir de las diez y cinco de la mañana en la puerta de los juzgados de Vía Alemania de Palma en favor de la libertad del empresario de la noche Bartolomé Cursach, presunto jefe de una trama de corrupción con policías locales y políticos del PP, y en contra del juez Manuel Penalva y del fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán, que investigan el caso.

Los concentrados, liderados por el abogado Vicente Campaner, no gritan eslóganes y se limitan a tocar música de la película Titanic y hacer ruidos con silbatos, bocinas y tambores.

Se trata de la segunda manifestación convocada en las últimas semanas para denunciar presuntas irregularidades en la instrucción de este macroproceso. Los manifestantes portan una pancarta con el lema "corrupción en el juzgado de instrucción"