Los taxistas de Mallorca están convocados el próximo 20 de diciembre a participar en una asamblea en La Porciúncula (Palma) para debatir la propuesta de crear una especie de ´marca blanca´ de compañías especializadas en el mercado del alquiler de vehículos con chófer, como Uber o Cabify, aprovechando las 700 licencias VTC que posee la Federación Independiente del Taxi de Balears.

El objetivo sería competir "con las mismas armas" contra estas compañías ante su posible desembarco en la Comunidad, según subrayó ayer a este diario el presidente de la federación, Gabriel Moragues, quien, a día de hoy y a la espera de cómo se desarrolle la asamblea, constata buena predisposición en el sector a tirar adelante esta iniciativa para frenar lo que considera "competencia desleal" de Uber y Cabify.

Asamblea abierta a "todos"

La asamblea del próximo 20 de diciembre, refirió Moragues, estará abierta "a todos los taxistas" de la isla. También está prevista la participación de presidentes de asociaciones empresariales del taxi de Eivissa.

Sobre la mesa, habrá un único punto en el orden del día: la propuesta de iniciar los trámites para desarrollar el servicio.

"Habría que crear una estructura, un consejo de administración. Sería un proceso laborioso", manifestó Moragues. En cualquier caso, agregó, lo que se decida en esa asamblea debería ratificarse posteriormente en una consulta entre los taxistas de la Federación Independiente del Taxi, que agrupa a 700 asociados en Mallorca.

Esta federación es la propietaria de Balear de Servicios Discrecionales, empresa que posee las 700 licencias VTC. Moragues aclaró que él sólo es el administrador único de esta empresa y no su propietario.

Ares Capital

Curándose en salud ante lo que les podía deparar el futuro, el colectivo de taxistas aprovechó el vacío legal que hasta 2014 permitía solicitar sin restricciones este tipo de permisos, hasta el punto de acumular 700, frente a las 200 conseguidas por una empresa de la península, Ares Capital, que podría luego ponerlas en manos de otras compañías.

La situación estaba en un impás de espera a nivel estatal por la negativa de los gobiernos autonómicos a desbloquear las licencias VTC, lo que dio lugar a una batalla legal que, en los últimos tiempos, se ha decantado de lado de estas plataformas que sacan partido a través de aplicaciones de móvil que permiten el alquiler de vehículos con chófer. En diferentes sentencias, el Tribunal Supremo ha dado validez a esas licencias VTC denegadas en primera instancia.

El caso de Madrid

Las primeras resoluciones se produjeron en Madrid, dando luz verde a los permisos para este tipo de transporte y, lo que es más importante, sentando una jurisprudencia que marcó el camino a seguir por posteriores sentencias.

En este escenario, el colectivo del taxi local se preparara para el desbloqueo de las 200 licencias que obtuvo Ares Capital. "Sólo en el caso de que estos permisos no saliesen, renunciaríamos a las licencias", declaró ayer el presidente de la Federación Independiente del Taxi de Balears. Este sector teme la "competencia desleal" que supondría la entrada en el mercado de 200 vehículos de transporte con conductor.

En su origen, estas licencias estuvieron muy vinculadas al sector de las limusinas, aunque, con la aparición de estas plataformas como Uber o Cabify, cobraron una nueva dimensión.

Los profesionales del taxi advierten de que la implementación de esta competencia suele acarrear consecuencias como una caída de los precios, en detrimento de su colectivo. Y, en este sentido, mencionan el precedente de lo que ocurrió en San Francisco (Estados Unidos).

Moragues señaló que el sentimiento que palpa entre sus compañeros del taxi es que hay que "tirar para adelante" con la iniciativa de crear una ´marca blanca´. "Existe la sensación de que no hay que dejar que vengan empresas de fuera a arrebatarnos nuestro pan", manifestó Moragues, quien defendió que, ante esta tesitura, hay que competir "con las mismas armas".