Biel Barceló no ha podido resistir la desafección de su propio partido y ha terminado presentando la dimisión como vicepresidente del Govern durante una reunión de más de dos horas con los principales dirigentes de Més. Las vacaciones gratis total de que disfrutó el político ecosoberanista, desveladas por Diario de Mallorca en exclusiva en su edición del martes, han acabado con la carrera política del nacionalista en el Ejecutivo autonómico, tras comprobar la pérdida de confianza en su partido y en el Consolat.

La dimisión, presentada por Barceló y que algunos miembros del partido pretendieron evitar, llega después de las críticas surgidas desde su propia formación y encabezadas por Fina Santiago, Antoni Noguera y Miquel Ensenyat, a las que se ha sumado la presidenta del Govern, Francina Armengol. Barceló acudió a la ejecutiva de su partido sabiendo de antemano que había perdido el apoyo de la presidenta del Govern. Antes de desaprobarle públicamente, por la mañana la socialista le había trasladado su malestar y que debía reflexionar sobre su futuro político tras aceptar el viaje a Punta Cana.

Barceló disfrutó la pasada semana de unas vacaciones de seis días en República Dominicana invitado por un programa de Canal 4 en el que ha colaborado asiduamente, pero pagadas por el grupo turístico Globalia.

El vicepresidente había dicho esta mañana que daría explicaciones para "reconducir la situación". Sin embargo, la frialdad entre sus propios correligionarios, que admitían en privado que ya no había manera de sostenerle, han forzado su renuncia. El presidente del Consell de Mallorca, Miquel Ensenyat, lideraba el sector minoritario más reacio a la salida de Barceló del Govern. No obstante, al ver cómo la mayoría de los presentes estaba posicionado y rechazaba la continuidad del vicepresidente, las resistencias han decaído.

Ahora se abre un periodo de negociación para decidir cómo se estructura el Govern y quién le reemplaza. De lo que no hay duda es de que Més continuará en el Govern, y gestionando la conselleria de Turismo. La pretendida entrada de Podemos en el Ejecutivo está prácticamente descartada con esta remodelación.