En Educación no hay director general que pueda aburrirse, pero Rafi Sánchez en particular, responsable de Personal Docente, lleva unos años de trabajo heavy y al tener convocatorias de oposiciones previstas para cada año, no ve la luz al final del túnel. Ahora que, no sin polémica, ya ha conseguido cerrar las bases para las listas de interinos para el curso que viene, toca afrontar una oferta pública de empleo de mil plazas el próximo verano (además de otras montañas que van surgiendo y que tampoco parece que vayan a ser fáciles de escalar, como la resolución que permitirá a los directores perfilar plazas y que empieza a debatirse hoy).
La directora general está agobiada por que ve lo que se viene y no está segura de conseguir que todo salga con el personal que tiene. Y es que en la Conselleria varios departamentos tienen serios problemas para cubrir rápidamente las bajas (en algunos puestos han tardado más de cinco meses en enviar un sustituto). Hace unos días Sánchez informó (por escrito) sobre la preocupante situación al conseller March. No diremos que el tono de la carta era de dimisión (que luego nos riñen) pero de fiesta tampoco era.
Los calores y un señor de Murcia
Aparte de la lentitud para cubrir bajas, Educación tiene otro problema: los calores. Hay plantas donde sus trabajadores aseguran padecer "un calor infernal". En el ascensor han aparecido octavillas sobre "las guerras de la temperatura en la oficina". Algún jefe de servicio ha tenido que abandonar su despacho al haber evolucionado hasta convertirse en una sauna con ordenador. Los rumores de pasillo echan la culpa a un señor de Murcia que, en nombre de BMN, maneja las calefacciones de todas las sedes, afectando de rebote a la sede balear de Educación.
Bosch no se propuso, fue propuesto
El ex conseller de Educación, Rafel Bosch, no se postuló a presidir Escola Catòlica: fue propuesto por algunos responsables de centros que querían "otra manera de funcionar" para la patronal, mejorando principalmente la comunicación y una organización más horizontal. Pero el patronato de la Fundació Escola Catòlica (creada para ir asumiendo la titularidad de todos los centros en los que no quedan religiosas) lo rechazó como candidato (decisión que aseguran no tiene que ver con su pasado político), dejando solo a Gemma Cardona, directora titular en nombre de la fundación en el Sagrat Cor. Bosch también ejerce como director titular en tres centros asumidos por la fundación.
Y el patronato de la fundación eligió a Cardona. Por eso, Guillem Crespí, representante de la titularidad de las franciscanas (con varios centros en la part forana), acabó saltando al ruedo. Aunque fue realmente insólito que hubiera dos candidatos, el clima, aseguran, no es de enfrentamiento. De hecho, la cordialidad reinó en la cena que la patronal organizó la semana pasada para agradecer su labor al antiguo presidente, Bernat Alemany, y al anterior titular de los colegios diocesanos, Antoni Ribot.
Intercambios entre docentes
Desde el inicio de curso, más de 200 profesores y maestros de diferentes colegios e institutos se han visitado entre sí para enterarse de qué hacen los otros y aprender entre todos. La Xarxa Entre Iguals PIP saca pecho de la implicación de los docentes.
