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Medicina

Quimio en el quirófano para alargar la vida

La unidad de Cirugía Oncológica Peritoneal del servicio de Cirugía General y Digestiva de Son Espases ha intervenido a 106 pacientes con carcinomatosis

"Hay una serie de tumores, fundamentalmente los de colon, apéndice y ovario, que se pueden diseminar por todo el abdomen, como si fuera una metástasis. Y lo hacen en forma de pequeños nódulos que conforman una especie de nidos en distintas zonas del abdomen", explica coloquialmente el doctor Rafael Morales lo que se conoce entre los especialistas como carcinomatosis peritoneal.

Este cirujano general del aparato digestivo revela que esta complicación es más habitual de lo que se cree. "Un diez por ciento de los cánceres de colon, en el momento del diagnóstico, ya se han diseminado de esta manera y aproximadamente la mitad lo desarrollará a lo largo de su vida. Y la incidencia es aún mayor en el cáncer de ovario ya que un 70% de estos tumores han desarrollado la carcinomatosis cuando son diagnosticados", explica.

En otros tumores como el de apéndice es menos frecuente esta proliferación de nódulos, pero también suele producirse en un 25% de los cánceres de páncreas y entre el 25% y el 30% de los de estómago, añade el especialista.

Preguntado por si esta complicación es consecuencia de una tardanza excesiva en diagnosticar estos tumores, el especialista confirma que sí, que en las carcinopatías los cánceres se encuentran en un estadio más avanzado pero que esta circunstancia es atribuible a que se trata de tumores silentes (que no suelen dar síntomas), no a fallos en su detección.

El cirujano Morales explica que hace diez o quince años solo había un tratamiento posible para intentar atajar esta diseminación de nódulos cancerígenos: enviar al paciente a las terapias convencionales de quimioterapia intravenosa. "Su supervivencia a los cinco años era apenas del 1% o 2%. Menos de un 5% de los pacientes seguía vivo a los cinco años", recuerda.

"Ahora", contrapone, "aplicamos técnicas quirúrgicas y oncológicas. Comités multidisciplinares formados por oncólogos, cirujanos, radiólogos, gastroenterólogos y patólogos diseñamos planes personalizados para cada paciente".

Tras trazar la terapia, el paciente pasa al quirófano donde debe soportar una larga sesión ya que, revela el doctor Morales, "hay que eliminar todos los nódulos que pueden estar diseminados desde el diafragma hasta la pelvis, prácticamente por todo el abdomen. ¿Cuántos nódulos extirpamos? Es una cifra muy variable. Puede oscilar desde los quince hasta los trescientos. Y también tenemos que realizar resecciones multiviscerales, extirpar uno o varios órganos dependiendo de la extensión".

Una vez eliminados todos los nódulos, en el mismo quirófano se aplica al paciente durante una hora o hora y media más quimioterapia calentada en una bomba extracorpórea a una temperatura que oscila entre los 42 y los 43 grados centígrados, técnica denominada quimioterapia intraperitoneal hipertérmica (HIPEC) .

"Tras extirpar con la cirugía los nódulos que se ven, lavamos el abdomen con suero con citostáticos para eliminar los que no se ven. Y el resultado final es que el paciente vive más tiempo y con mejor calidad de vida", concluye el cirujano.

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