El discurso, el himno y los artículos elegidos con toda la intencionalidad. Todo convergió ayer en la celebración más agresiva del Día de la Constitución en Balears. Lejos del tono de un tiempo atrás en que la cita se ceñía a recordar el espíritu de la Transición, el acto de ayer no sólo hizo mención, como era de esperar, a Cataluña, sino que sirvió para destacar y ensalzar los elementos que han protagonizado la respuesta del Gobierno al independentismo.

El acto incorporó por primera vez a su guión el himno de España, que sonó nada más empezar y que hizo poner a los asistentes en pie. Una novedad que no pasó desapercibida y que vaticinó lo que iba a venir justo después. La lectura de los artículos, inocua otros años, estuvo cargada de intencionalidad. Delegación del Gobierno impuso a los representantes de la sociedad civil cuáles debían leer y ninguno pareció casual: el Rey, el Ejército, las Fuerzas de Seguridad y la Unidad de España. En pleno debate sobre adoctrinamiento, incluso el artículo sobre Educación -leído por la hija del asesor de prensa de María Salom- no pareció aleatorio. "Sólo ha faltado el 155", bromeaba al finalizar uno de los asistentes.

El diputado Yllanes no aplaudió

"La Constitución también es el artículo 138.1 sobre la insularidad", recordó Armengol, con cara larga y whatsapeando durante el discurso de Salom. Si bien el artículo 155 no se leyó, no lo obvió la delegada del Gobierno en su discurso. Un discurso que evitó aplaudir el magistrado y ahora diputado de Podemos Juan Pedro Yllanes, cuyos brazos cruzados destacaron en la primera fila del público asistente. No fue el único cargo podemita en asistir y, de hecho, Balti PicornellBalti, se estrenó en la cita.

Un año más el partido ausente fue Més. En contraste con las recepciones del Rey, ninguno de sus cargos acudió a la Almudaina.