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Crisis inmobiliaria

Alquiler: la burbuja imparable

Los arrendamientos en Mallorca continúan disparados hasta el punto que ya superan el máximo que alcanzaron antes de la crisis

Romina Cherini, de Afripay Inmobiliaria, enseña un piso a una clienta el viernes en la zona de s´Escorxador. b. ramon

La burbuja instalada en los precios del alquiler sigue inflándose. Los arrendamientos en Mallorca continúan encareciéndose de forma imparable hasta el punto de que ya superan los máximos que alcanzaron antes de la crisis. Ni la amenaza de multas al alquiler vacacional contempladas en la nueva ley del alquiler turístico del Govern han logrado convencer a los propietarios para que saquen al mercado residencial sus inmuebles. Los precios se han disparado hasta superar su máximo histórico de 2007, dejando el metro cuadrado en 9,7 euros. En Palma, un piso de dos habitaciones cuesta de media entre 900 y 1.200 euros.

Así las cosas, la búsqueda de un inmueble mínimamente habitable a un precio módico se ha convertido en un auténtico vía crucis para el inquilino potencial. A las mensualidades prohibitivas se suman las condiciones leoninas que ponen algunos propietarios e inmobilarias.

Con un panorama tan desolador más de uno ha tirado la toalla y ha apostado directamente por la vivienda en propiedad. Es el caso de Pere y Ana [piden que cambiemos sus nombres] una pareja que ha claudicado después de una intensa búsqueda y finalmente ha optado por comprar. "La hipoteca nos sale por unos 500 euros al mes. Compara con los más del mil euros que supone el alquiler", afirman.

"Es como estar en otro país, es sorprendente", constata esta pareja de titulados que pese a contar con buenos empleos -él es economista y ella funcionaria- no han logrado dar con un piso en condiciones por una cantidad razonable. "Por 1.000 ó 1.200 euros encuentras un piso normalito, porque por 900 solo tienes un piso patera: ese que tienes que hacer arreglos, pintar, cambiar cosas y adecentarlo", explican.

Pero si hay un gasto que causa estragos en el bolsillo del arrendatario es el colosal desembolso inicial. "Los propietarios piden dos meses de depósito, más el mes en curso y el que va para la agencia, lo que con estos precios supone abonar de golpe unos 4.000 euros", lamenta Pere, quien afea que las inmobiliarias "nunca negocian ni un ápice su parte". En cuanto a las viviendas que ofertan los arrendadores directamente destacan dos tipos: "Los insaquibles -que no se pueden permitir- y aquellos con precios normales que vuelan", señala.

"El Gobierno debería meter mano a los pisos de alquiler. Hay una burbuja, mucha gente no va a poder pagar y finalmente acabarán okupando la vivienda", asevera este mallorquín que clama por unos precios "razonables" para el arrendamiento porque los actuales "son abusivos".

Durante su infructuosa búsqueda tuvieron incluso que hacer frente a las groserías de una propietaria que contestó a su anuncio de internet donde comunicaban que buscaban piso en alquiler encabezado por el título Funcionaria busca vivienda. "Ja, ja,ja. Qué gracia me das [sic] con tus exigencias, que te crees k pq seas funcionaria eres una especie de semidiosa? Yo tengo un piso para alquilar, pero por chula no te lo enseño, hala petarda, sigue buscando", reza la respuesta.

Y es que los encontronazos son frecuentes en la búsqueda de una vivienda de alquiler, bien por las rocambolescas exigencias de la inmobiliaria o los arrendatarios. Agencias que solo trabajan con clientes alemanes y se niegan a tratar con los locales, anuncios de pisos en Mallorca que gestionan desde un call center de Madrid en el que no proporcionan los datos más importantes de la vivienda, agentes que solicitan la grabación de los datos que se están ofreciendo al cliente como si de un contrato con una operadora telefónica se tratara, propietarios que piden cobrar la renta de golpe en dos mensualidades semestrales, petición de cuatro meses de depósito más uno más por los muebles, alquilar solo de octubre a mayo... Son solo algunas de las anómalas experiencias vividas por gente a la búsqueda de piso que ha podido recopilar este diario.

"Estás todo el tiempo conectada a los portales inmobiliarios. Y cuando ves un piso que está bien por su relación calidad-precio, se alquila en un día", cuenta María mientras visita un piso en la zona de s'Escorxador.

Asiente Romina Cherini, comercial de Afripay Inmobiliaria. "Hay pocos alquileres y son caros porque los propietarios se lo piensan mucho antes de arrendar su casa. Ahora pueden elegir y piden contratos estables, buenas nóminas e incluso referencias del inquilino. Son frecuentes los casos de impagos y no se la quieren jugar. Claro, no hay tanta gente que cumpla estas condiciones", cuenta esta agente inmobiliaria.

María cree que el precio del piso, 850 euros, "es correcto", pero no es lo que busca. "Me gusta la terraza interior, pero le falta luz. Seguiré buscando", informa a Cherini.

"El precio del alquiler en Balears se ha disparado un 21,2% en solo un año. Es una barbaridad", concede José María Mir, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de las islas.

"La ley del alquiler turístico ha generado mucha incertidumbre entre los propietarios, que se resisten a poner sus pisos en el mercado residencial. Están pendientes de lo que sucederá con la zonificación, que es arbitraria, y la moratoria. Se habían acostumbrado a sacar una rentabilidad muy alta con el alquiler vacacional durante seis meses al año, y están a la expectativa", indica Mir, quien considera que la subida de precios es atribuible al aumento de población en las islas.

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