Diario de Mallorca quiere mostrar su más absoluto rechazo a cualquier tipo de presión o coacción a los periodistas y a la línea informativa de este periódico. La libertad de información, que garantiza un derecho fundamental de los ciudadanos reconocido en la Constitución, debe ser ejercida de forma rigurosa, responsable y atendiendo a criterios de veracidad, y nunca bajo amenazas de ningún tipo. La crítica es legítima y sus límites los marca el sentido común: que no pretenda influir o alterar la libertad del periódico para informar a sus lectores con los criterios de profesionalidad antes expuestos. Entendemos que los ataques personales realizados ayer a un periodista de este medio, así como las amenazas de supuestas acciones legales, por el tono y las formas en que fueron realizadas, traspasan el límite de lo tolerable. Creemos en el periodismo ejercido en libertad, y así vamos a seguir ejerciéndolo sin aceptar ningún tipo de intimidación.