Las primeras autoridades eclesiásticas y con poder absoluto en la Conferencia Episcopal arroparon a Sebastià Taltavull en su toma de posesión como obispo de Mallorca. Una presencia que no se produjo cuando de su antecesor, Javier Salinas, tomó el mando de la Diócesis. De igual modo, destacar la presencia de la presidenta del Govern, Francina Armengol, y del alcalde de Palma, Antoni Noguera, no muy asiduos a este tipo de celebraciones religiosas.

El nuncio de Santa Sede en España, Renzo Fratini; Antonio Cañizares, cardenal arzobispo de Valencia; Juan José Omella, cardenal arzobispo de Barcelona; Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valladolid; Lluís Maria Sistach, cardenal emérito de Barcelona, así como más de veinte obispos y arzobispos y 200 sacerdotes arroparon a Sebastià Taltavull en su toma de posesión como obispo de Mallorca.

La gran ausencia fue la del antecesor en el cargo, monseñor Javier Salinas, obispo auxiliar de Valencia y que salió de la Diócesis mallorquina por la puerta de atrás, después de que el marido de su secretaria denunciara que mantenían una relación.

La presidenta del Govern, Francina Armengol; el alcalde de Palma, Antoni Noguera, y la delegada del Gobierno, María Salom, encabezan la presencia de autoridades políticas. De igual modo, el senador y expresident José Ramón Bauzá, se sentó en los bancos de primera línea en la Seu. La presidenta del Consell de Menorca, Susana Moll, quiso estar presente para acompañar a un menorquín que alcanza el máximo rango eclesiástico de Mallorca. También estuvieron presentes la portavoz del PP, Marga Prohens, la senadora popular Catalina Soler y un nutrido grupo de concejales del ayuntamiento de Palma. El rector de la UIB, Llorenç Huguet, menorquín como Taltavull, y las autoridades militares y judiciales completaron el elenco de cargos públicos.

Un gran número de feligreses de Menorca se desplazó ayer a Palma para vivir la fiesta solemne de su paisano. A destacar la presencia al completo de la familia de monseñor Taltavull, con su madre de 95 años a la cabeza. El nuevo prelado dedicó durante su homilía unas palabras a su hermano fallecido y que era cámara de televisión.

El obispo de Mallorca quiso saludar uno a uno a los feligreses y departió durante unos minutos con Francina Armengol y con el alcalde Noguera.