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Boulevard

Ciudadanos rechaza a los altos cargos del PP balear que piden asilo

Dirigentes populares locales, que creen que su partido ha perdido la hegemonía de la derecha en Balears y en España, exploran incluso como alternativa el radicalismo de Vox

O sea que cuando muere Charles Manson hemos del proclamar que fue un benefactor de la humanidad, porque el fallecimiento suprime la biografía. Y dado que el asesino mafioso de jueces Totò Riina también ha traspasado, ahora debe ser un ciudadano ejemplar.

O sea que cuando muere Charles Manson hemos de decir que fue un benefactor de la humanidad, porque el fallecimiento suprime la biografía. Dado que el mafioso Totò Riina también ha traspasado, debe haberse convertido en un ciudadano ejemplar. Su muerte nos obliga a rescatar las palabras recientes de Roberto Saviano sobre el papel balear en la difusión de la Mafia:

—El turismo español tuvo como levadura inicial el capital mafioso. En hoteles y discotecas en la Costa Brava, Ibiza, Málaga,... Y es increíble que los datos al respecto tengas que ir a buscarlos en la policía italiana o la de Estados Unidos.

Vamos con la política, que es menos peligrosa. Con singular olfato, altísimos cargos del PP balear han demandado asilo político en Ciudadanos. No se trata de actores secundarios como Carles Delgado, sino de figuras principalísimas que no comparten la oxidación del españolismo de los populares. Les guía también el pragmatismo, porque ven muy oscura la figura y las posibilidades de Biel Company.

Las gestiones para la integración se han llevado a cabo en Madrid. De momento, porque esta cautela es imprescindible en política, el partido de Albert primo de Rivera ha rechazado a los refugiados del PP balear. Una cosa es situarse a la derecha del PP y otra quedarse con sus sobras. Si el veto se mantiene, el plan es sondear las posibilidades de Vox, a quien el CIS le anuncia escaño en unas hipotéticas generales.

Después de conseguir la primera independencia de Cataluña de la España democrática, M. Rajoy está a punto de lograr el nacimiento de una ruidosa ultraderecha. En lo que a Vox respecta, tiene gracia que José Ramón Bauzá regara de euros a instituciones ultramontanas, que le traicionaron con el partido vecino. Mallorca puede presumir pronto de un expresidente del PP con los independentistas y otro con la derecha extrema. Me gustaría que compartieran por unos minutos la zozobra de quienes llevamos cuarenta años defendiendo a los populares de la pertinaz izquierda, y ahora hemos de enfocar los cañones en dirección contraria. Un giro de 180 grados. O de 540, no sé muy bien.

Recibo una solemne carta certificada. En el sobre figura el membrete del Banco de España por debajo de una empresa privada, una sintonía y subordinación repugnantes en sí mismas. En el interior, la empresa que no el Banco me señala que el regulador bancario y el Instituto Nacional de Estadística “han elaborado una muestra representativa de hogares de España, dentro de la cual se incluye el suyo”. Como todo el mundo sabe, me distingo por mi vida hogareña.

A continuación la empresa, que no el Banco, me conmina a que “es muy importante su colaboración respondiendo a esta entrevista”. Es decir, el Banco y el INE se limitan a alimentar a cargos de sueldos estratosféricos, y encima abdican de su misión para subvencionar el negocio una empresa privada. Nosotros no solo pagamos todos los dispendios citados, sino que encima hemos de trabajar gratuitamente para el consorcio público privado. Bueno, con “un pequeño obsequio”, abalorios a los indios.

Para que el tono sea más amenazante, “le adjuntamos una carta del Gobernador del Banco de España”. Qué miedo. En un sobre cerrado dentro de otro sobre cerrado, el Luis M. Linde que insiste en que contratemos fondos de pensiones privados para pagarle su astronómica jubilación pública, me da la enhorabuena porque “su hogar ha sido seleccionado al azar”, dentro de “un reducido número de familias”. Cuánto honor. Me asegura que el “Banco de España ha tomado todas las medidas para garantizar el anonimato de las respuestas”. Deben ser la mismas medidas que tomó para impedir la crisis bancaria, y el mismo anonimato que Mossack Fonseca y demás bufetes para evasores aseguran a su clientela.

Dado que tengo la mala costumbre de transformar lo privado en público, respondo aquí a las preguntas que la encuesta del lindo Linde ni siquiera me ha planteado: “Sí”, “no”, “sí”, “25 millones de euros”, “Cristina Pedroche”. Y le comunico al Gobernador que ha sido seleccionado por mí mismo para plantearle otro cuestionario, sin empresas interpuestas. Como diría el banquero, “sus respuestas son fundamentales”. Ahí va:

¿Por qué cometió su Banco la desvergüenza de desautorizar públicamente a los inspectores de su digna institución que desmontaron a Rodrigo Rato?

¿Por qué no ha tomado el propio Banco la iniciativa de llevar ante los tribunales, con petición de cárcel, a sus dirigentes que propiciaron el saqueo bancario del que nunca nos recuperaremos?

¿Para qué necesitan los consejeros ser recogidos con un coche con chófer en el aeropuerto?

Me tomo tan en serio el cuestionario del Gobernador como el Gobernador se tomará a buen seguro el mío. Cordialmente.

Miles de personas me paran por la calle para preguntarme cuál es el alquiler de un bar de las Avenidas para una ejemplar firma mallorquina que amplía negocio. Diez mil euros mensuales. Algunos aprovechan para indicarme si Josep Pomar solo ha montado su circo en el respetable departamento de Oncología, donde esta semana ha habido conatos de dimisión al Ib-Salut. Pues no, el director de Son Espases sabe que la resolución de la jefatura de Hematología dista de ser ejemplar. Nadie puede cuestionar a la ganadora, pero todos conocen el currículum del postergado. Los falsos progresistas odian la transparencia.

Reflexión dominical bilabial: “Lo grave no es el escaso valor de la verdad en labios de Rajoy, sino el gran valor de la mentira en esa misma boca”.

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