El director general del Servei de Salut, Juli Fuster, ha asegurado en declaraciones a este diario que el cierre de la consulta de urgencias oncológicas que atendía las complicaciones de los pacientes con cáncer en el hospital de día de Son Espases entre las tres y media de la tarde y las ocho de la noche se van a volver a abrir.

Como se recordará, DIARIO de informó en exclusiva la semana pasada del cierre de esta consulta desde el pasado 1 de julio, momento a partir del cual los pacientes oncológicos eran derivados a las urgencias ordinarias del hospital de referencia, con las incomodidades, retrasos y posibles peligros que esa medida conllevaba para unos pacientes muy vulnerables a consecuencia de su enfermedad.

Este diario también se puso en contacto con el servicio de oncología de Son Espases, que confirmó el cierre de la consulta y lo atribuyó a un incremento de su volumen de trabajo que ya no podía asumir con la actual plantilla, por lo que se vieron obligados a priorizar qué prestaciones daban y cuáles eliminaban.

"A mí no me gusta"

Juli Fuster, que comenzó esgrimiendo el discurso oficial de que en realidad las urgencias oncológicas nunca habían existido como tales, que tan solo atendían los problemas específicos oncológicos derivando el resto a las urgencias ordinarias del hospital, señaló a continuación que "ha sido una decisión unilateral adoptada por el servicio (de oncología) que a mí no me gusta".

"Y ya he dado instrucciones para que se siga haciendo como antes. Se va a volver a cambiar porque fue una decisión arbitraria que no me gustó", reiteró el director general del IB-Salut.

Y al parecer, según las fuentes con las que ha consultado este rotativo, la gerencia del hospital de Son Espasesen horario vespertino hasta las ocho de la tarde.

El problema al que tendría que enfrentarse el gerente de Son Espases, Josep Pomar, es el enfoque que daría al comunicado en el que informará de la reimplantación del servicio para que no contradiga las explicaciones que dio cuando este diario publicó la noticia con la intención de minimizar el alcance de la misma.

Entonces (el pasado jueves), en una declaración que realizó acompañado de su director médico, Javier Murillas, aseguró que no se había cerrado ninguna consulta de urgencias oncológicas del hospital de día de adultos (HDDA) de Son Espases, sino que se había decidido realizar "un cambio en el circuito asistencial".

De esta manera, aseguraron, las complicaciones de los pacientes a consecuencia de sus tumores seguirían siendo tratadas por el oncólogo de guardia, mientras que el resto de problemas de salud se atenderían en el servicio de urgencias generales.

Estas afirmaciones fueron desmentidas por los testimonios de hasta tres pacientes y familiares de personas inmersas en estos procesos tumorales y por los propios carteles colgados en el hospital de día oncológico de Son Espases. Unos carteles que confirmaban punto por punto la versión dada por este diario: la suspensión de la consulta de urgencias oncológicas desde el pasado 1 de julio por falta de personal.

Solo once oncólogos

Y es que el servicio de oncología de Son Espases está dotado con 11 especialistas de los que dos se trasladan semanalmente al hospital de Inca para ayudar a este hospital comarcal que, pese a toda la población que tiene asignada -más de 124.000 personas-, tan solo cuenta con dos oncólogos en su servicio. En contraposición, el servicio de oncología del hospital de Manacor estaría compuesto por cuatro especialistas, los mismos que trabajan en el Mateu Orfila menorquín.

Así, dos oncólogos especializados en algún tipo de cáncer se trasladarían cada semana a Inca mientras que uno de los especialistas del comarcal haría lo propio viniendo un día a Son Espases.

Para solventar esta carencia de personal, Pomar habría redactado una solicitud en la que pide al Servei de Salut que, con vistas al próximo año, se incremente tanto la plantilla de oncólogos de Son Espases como la de Inca con un profesional más para cada servicio. Esta ampliación de plantilla permitirá contar de nuevo con una consulta específica para atender las complicaciones de los pacientes oncológicos y no tener que derivarles a las urgencias ordinarias. Y se podría hacer sin tener que reducir la actividad del hospital de día, una actividad que se ha incrementado por las tardes con más enfermos que antes recibiendo tratamientos quimioterápicos.