La presidenta del Govern, Francina Armengol, tuvo que volver a ejercer de escudo para salvar a su vicepresidente y conseller de Turismo, Biel Barceló, ante la fuerte ofensiva del PP y Ciudadanos. Ambos partidos de la oposición exigieron a Armengol la destitución fulminante de Barceló por el caso contratos y la vinculación de su exdirectora general Pilar Carbonell en el sumario de caso Cursach. La presidenta contraatacó al PP exigiendo que devuelva los 150.000 euros de financiación ilegal.

La portavoz del PP, Marga Prohens, cargó con dureza contra el vicepresidente: "Es una máquina de crear crisis de Govern y ve pasar un cadáver político cada tres meses. Hay hasta motivos suficientes para que lo destituya". Prohens enumeró el caso contratos con Jaume Garau, caso que ha provocado siete dimisiones; la defensa a ultranza de Carbonell, el "ridiculizar" de la Ley del Alquiler Turístico o la previsión de la llegada de un millón menos de turistas el año que viene.

Por su parte, Xavier Pericay, también arremetió contra la presidenta por mantener en su silla al vicepresidente. "Ya puedo llover o hacer truenos, pero usted no va a destituir a Biel Barceló. Lo que ocurre es que un Govern debe dar ejemplo y con todo lo que estamos viendo su vicepresidente debe dimitir". Pericay criticó los cambio de criterio de Podemos, a quienes calificó de "xotets de corneta" del Govern.

Armengol defendió al vicepresidente a ultranza. Con semblante afectado por la ofensiva de sus oponentes, la presidenta tuvo que sacar la artillería parlamentaria. "Este Govern ha asumido responsabilidades con medidas muy duras, por encima de cualquier otro, sobre estas cuestiones. Lo que ocurre es que el PP no puede ni debe dar consejos hasta que devuelva los 150.000 euros por el cual fe condenado por financiación ilegal". La presidenta también le recordó al PP que en la anterior legislatura tapara el caso Rocamar. A Ciudadanos le criticó que a nivel nacional "apoyen al partido más corrupto de la historia".