Si el repentino fallecimiento del fiscal general del Estado, José Manuel Maza, ha tenido repercusión en algún sitio de Mallorca, es en la sede de la Fiscalía de Balears. Ahí, lejos de la imagen de hombre intransigente que ha calado a raíz de sus peticiones de prisión para el Govern catalán o para los líderes de ANC y Ómnium, se recuerda a un hombre "de trato fácil" y "buen carácter".

El fiscal jefe de Balears, Bartomeu Barceló, afirma que tenía una "magnífica relación" con él y que lo consideraba "un amigo". "Para mí ha sido una gran pérdida y he tenido un disgusto", ha confesado hoy en declaraciones a este diario el fiscal jefe, que describe a Maza como uno de los "juristas más completos de España".

El fallecido fiscal general, mantenía una estrecha relación con Mallorca. Su mujer era habitual veraneante en Cala Sant Vicenç y él "cuando podía se escapaba y también venía a Mallorca".

El último verano, Maza no fallo a su cita con las islas. Como relató este diario, además de a Cala Sant Vicenç, el fiscal que acabaría llevando a prisión a todos los consellers de Carles Puigdemont por la declaración de independencia, estuvo de excursión en Valldemossa, donde visitó la celda de Chopin en la Cartuja.

A pesar del buen recuerdo que mantienen de él en la Fiscalía de Balears, la judicialización del proceso catalán le ha granjeado la antipatía de los sectores nacionalistas de la isla. "Si no hubiera sido él, lo hubiera hecho otro", observa Barceló.