Bartolomé Cursach será excarcelado el próximo día 27 para ser trasladado a presencia del juez Penalva, que ayer volvió a citarle formalmente. Será la segunda vez que el empresario y el magistrado que le envió a prisión se vean las caras. En la primera ocasión Cursach no quiso responder a sus preguntas, pero ello no evitó que terminara en prisión, donde lleva siete meses privado de libertad.

El motivo de la citación es porque el juzgado ha abierto una pieza separada por un presunto delito de cohecho. Un caso que se refiere a los sobornos que habrían recibido determinados funcionarios del departamento de Urbanismo de Cort a cambio de facilitar la tramitación de los expedientes que afectan a sus principales locales de negocio. Cursach habría utilizado a un antiguo celador de Cort para que entregara prebendas a sus excompañeros. Sobornos que consistían en entregas de billetes de 500 euros o botellas de champán francés, tal como ha confesado una funcionaria de alto nivel de este departamento municipal, que devolvió al juzgado los regalos que le hicieron. Estos supuestos cohechos se descubrieron tras las intervenciones telefónicas realizada a los principales sospechosos. Por teléfono se mencionan los nombres de los funcionarios que estarían beneficiando al poderoso empresario. Gracias a ello se habría evitado el cierre de los principales negocios de Cursach, ya que en todos ellos se realizaron obras sin permiso.

El mismo día que Cursach también se excarcelará a su ejecutivo Sbert. El juez también ha citado a declarar a dos directivos del grupo de ocio, como son Antonio Bergas y Fernando Pareja. El primero era la persona que facilitaba estos regalos.