Bartolomé Cursach ya se encuentra de nuevo en la cárcel de Palma, tras pasar varios meses encarcelado en el centro penitenciario de Alicante, como consecuencia de una decisión adoptada por Instituciones Penitenciarias, que ha sido ahora anulada por la Audiencia. Este traslado es precisamente consecuencia de la decisión del tribunal de Palma, que cuestionó que la cárcel no respetó los derechos fundamentales del recluso, puesto que no se especificaban los motivos del traslado, ni tampoco se le informó personalmente de las causas que justificaban tal radical medida. La Audiencia aceptó el recurso que planteó el letrado Vicente Campaner, especialista en cuestiones penitenciarias, que incluso presentó una denuncia contra la directora de la cárcel de Palma debido a dicho traslado.

El hecho de que Cursach esté ahora en Palma facilita la relación con sus familiares, y termina con las dificultades de desplazamiento que tenían para visitar al recluso en el centro de Alicante.

Todavía está por decidir si en su reingresó en el centro Cursach volverá a compartir pabellón con el que fuera su mano derecha, Bartolomé Sbert, quien pese a que tiene la posibilidad de salir en libertad, si abona una fianza de medio millón de euros, ha decidido permanecer recluido porque entiende que es el lugar donde se encuentra más seguro. En cualquier momento podría replantearse esta decisión y, si abona la fianza, saldrá en libertad.

Quien no saldrá de momento de la cárcel será Cursach, ya que hace pocos días el juez Penalva rechazó la petición del empresario, que pedía salir de la cárcel por motivos de salud.