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Corrupción

Matas debe afrontar cuatro nuevos juicios, pero solo en uno se plantea que pueda ir a prisión

El único proceso en el que se plantea pena de cárcel es el caso Over, mientras que los otros tres se perfila únicamente una prevaricación

Matas se confesó el martes, por primera vez, culpable de un delito de prevaricación, por una subvención. Guillem Bosch

Jaume Matas ya puede ir poniendo fecha al final de su larga trayectoria judicial como imputado en la que, de momento, ya arrastra seis sentencias condenatorias. El expresidente, que lleva siendo investigado desde hace más de ocho años, todavía tiene que afrontar cuatro juicios, pero solo en uno se juega ingresar en prisión. En los otros tres, posiblemente, será acusado de delitos que, en ningún caso, supondrían la privación de libertad.

El juicio en el que más se juega, y que además será el próximo, es el llamado caso Over. Se trata de una pieza que también deriva del caso Palma Arena, pero que en realidad nada tiene que ver con el proceso de construcción del velódromo. El exministro se enfrenta a una acusación fiscal de cinco años de prisión y en este juicio compartirá el banquillo de los acusados, entre otros, con José María Rodríguez. La Audiencia acordó unir las tres piezas de este caso y celebrar un juicio conjunto. Matas tendrá que responder por la contratación, supuestamente irregular, del publicista que dirigió la campaña electoral del año 2003, que le llevó a recuperar el poder político de Balears, que había perdido cuatro años antes. Y, como forma de agradecimiento, la empresa de publicidad se vio agraciada después con varios contratos públicos, tras el supuesto amaño de los procesos administrativos. La fiscalía, en principio, no prevé alcanzar un pacto con Matas, pero es poco probable, dado el tiempo transcurrido, que el tribunal acepte una pena de prisión tan alta.

Otro de los juicios que afrontará Matas, todavía por señalar, es el caso Son Espases, que se refiere al presunto amaño del concurso para adjudicar la obra pública más importante que se ha construido jamás en Balears. En este juicio el expresident no se juega ir a la cárcel, dado que la adjudicación que supuestamente pretendía el político, quedó anulada, y al final la obra se otorgó a otro de los licitadores. Aunque se trate de uno de los casos más importantes investigados en Balears, a Matas no se le va a pedir cárcel, entre otras cosas porque no se aprecia que la comunidad autónoma sufriera un perjuicio económico. De hecho, al final se eligió un diseño más barato.

Los otros dos juicios, uno se refiere a la pieza principal del caso Palma Arena, en la que será acusado de prevaricación y por tanto tampoco irá a prisión, y el otro es el caso Turisme Jove, en el que las pruebas contra Jaume Matas son muy endebles y se prevé una sentencia absolutoria.

Por otra parte, el portavoz parlamentario de Més per Mallorca, David Abril, declaró ayer que "a buenas horas" el expresidente del Govern "reconoce de una vez por todas que es un delincuente. Es un hecho importante que todo un expresidente del Govern reconozca que es un delincuente, aunque sea por un pacto con el fiscal", señaló.

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