El expresidente del Govern, Jaume Matas, apurará hasta el último momento para alcanzar un acuerdo de conformidad, en el juicio que se celebra hoy sobre dos de las piezas del caso Palma Arena. Una negociación a tres bandas en la que interviene, además de Matas, la fiscalía Anticorrupción y la abogacía de la comunidad autónoma, que actúa como acusación particular. Se trata del sexto juicio que afronta el expresidente del PP de Palma y se refiere al patrocinio del Mundial de Ciclismo que se celebró en el velódromo de Palma.

En este juicio, en realidad, se acumulan en el mismo proceso dos de las piezas del caso, si bien en una de ellas no acusa la fiscalía, porque entiende que el delito no se ha acreditado, mientras que únicamente lo hace la Comunidad autónoma.

Como muestra de voluntad para conseguir un acuerdo, lo que evitaría la celebración del juicio, el expresidente ha consignado en el juzgado la cantidad de 36.000 euros. Matas estaría dispuesto a declararse culpable de un delito de prevaricación, que en ningún caso le supondría una pena de cárcel, sino de inhabilitación.

El acuerdo, que con casi toda seguridad se concretará esta mañana, también arrastraría al otro acusado, Raimundo Alabern, exgerente del Ibatur, que está acusado porque la sociedad pública, por orden del expresident, aportó una partida económica a la empresa que se encargó de la campaña de publicidad del campeonato ciclista. Contra Alabern se solicita únicamente una pena de 900 euros de multa, que el imputado está dispuesto a asumir.

La fiscalía cuestiona que el dueño de la empresa Nimbus pidiera a Matas un aumento del presupuesto de la campaña, de 845.000 euros, porque el dinero no era suficiente. Por ello, se acudió a la empresa Ibatur para firmar un convenio con Nimbus y entregarle 350.000 euros.