Francina Armengol, presidenta del Govern, ya está acostumbrada a que cuando alguien acude a visitarla a su despacho del Consolat de Mar siempre la agasaja con algún regalo. Ya no es como antes donde por la planta noble de presidentes como Cañellas, Matas o Antich circulaban jamones, relojes, cestas repletas de manjares e incluso piezas de arte valiosas. Ahora los obsequios son más livianos y de mucho menos valor. No obstante, algunos de los que ha recibido la presidenta Armengol durante el último año son, cuando menos, curiosos. Es el caso de perfume, pendientes, botellas de vino, muchos bombones e incluso un despertador para que llegue a tiempo a los plenos del Parlament.

La lista de obsequios llegados hasta la presidencia ahora son públicos gracias al Portal de Transparència habilitado por el propio Govern y se puede consultar tanto el regalo como el portador del mismo. En ninguno de los casos, la presidenta Balear se los ha quedado, todos han pasado a engrosar los registros de la administración y, según consta en el registro, engrosan las vitrinas y almacenes de la Seu de la Presidència de les illes Balears. La gran mayoría son libros que le entregan cuando acceden al Consolat.

No obstante, el día 2 de enero de este año, Armengol recibió al presidente del Grupo Pachá, quien hizo entrega a la presidenta de una botella de perfume, se supone que de la marca Pachá, junto a un USB. Ese mismo día se acercó hasta el Consolat el director de relaciones institucionales de la multinacional de las autopistas Abertis y le obsequió a la presidenta con unos auriculares que ella entregó al departamento de audiovisuales.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, agasajó a Armengol con dos botellas de vino de la marca Licina y lo más probable es que la balear contraatacara con dos ampollas de la Denominación de Origen de Binissalem.

Carles Puigdemont, recien nombrado presidente de la Generalitat le llevó también un obsequio en persona a nuestra presidenta. En este caso, el catalán optó por la cultura y le entregó un libro sobre la historia y el arte del Palau de la Generalitat.

No obstante, quien se gastó el dinero en agasajar a Francina Armengol fue el presidente de la Comunidad de Canarias, Fernando Clavijo, que le regaló un par de pendientes que también fueron depositados en la Seu de la Presidència. El presidente de Córcega, Gilles Simeoni, le llevó un tapiz típico de su región en noviembre del pasado año.

Otro presidente, en este caso el de La Rioja, José Ignacio Ceniceros, le regaló tres botellas de vino. Hubiera resultado extraño que el máximo dirigente riojano la hubiera obsequiado con otra cosa que no fuera un caldo de su comunidad. No una, ni dos. Ceniceros le llevó tres botellas.

Otras muchas botellas de vino ha recibido la presidenta Armengol a lo largo de este año por parte de sus ilustres visitantes. Lo que ocurre es que una de ellas destaca especialmente por el portador del obsequio. Nada más y nada menos que Florentino Pérez, presidente de ACS y del Real Madrid, también le llevó una botella de vino a una barcelonista hasta la médula como es la presidenta Armengol.

Otro de los regalos curiosos que han llegado hasta las manos de la jefa del Consolat es un abono para viajar en el histórico tres de Sóller. Fue el 29 de noviembre pasado cuando Francina Armengol recibió en su despacho al presidente y consejero delegado del Ferrocarril de Sóller y le entregaron el abono que ella lo ingresó en los archivos de Presidencia. ¿Quién lo utiliza? Se apunta que nadie lo ha empleado todavía.

De todas formas, la jefa del Ejecutivo ha sido obsequiada con algunos utensilios de utilidad. Es el caso de una radio despertador con la que le obsequió el presidente de la emisora Kiss FM, Blas Herrero.

Gran surtido de comida

Las cestas de comida, como surtidos de galletas, bombones, queso, varias botellas de aceite , botes de aceitunas y hasta cestas de frutas y verduras. Unos productos que se quedan en Presidència y en el caso de que la presidenta y sus colaboradores no los consuman, se deben echar a perder.

Litografias, pequeñas esculturas y libros, como es el caso de "Arte y Cine. 120 años de intercambios" que le regaló el presidente de la Fundació La Caixa y Gas Natural, Isidre Fainé.