La testigo protegida del caso Cursach, la mujer que ha contado que el empresario pagaba las orgías sexuales de Rodríguez y Gijón en el prostíbulo que ella dirigía, ha denunciado que varios agentes de la Policía de Palma le han ofrecido dinero para que se marche de España y no declare en este juicio de corrupción. La exmadame acudió ayer al juzgado de guardia para presentar una denuncia de acoso y coacciones contra dos agentes de la Policía Nacional, de los que solo identifica con su nombre a uno de ellos, si bien aporta el dato de que están destinados en la comisaría de la carretera de Valldemossa.

La mujer asegura que viene sufriendo esta situación de acoso desde hace un mes y medio. A mediados de septiembre dos policías acudieron a su domicilio y le requisaron, según ella, el libro de familia, los documentos de identidad (el suyo y el de su hijo) y el pasaporte. La excusa para llevarse todos estos documentos, según describe en la denuncia, era para "darme unos billetes de avión y dinero, para marcharme de España y no declarar en el caso Cursach". La mujer señala que días después tuvo que ir incluso a prestar declaración a una comisaría de Policía de Palma, pero no aclara el motivo del interrogatorio.

La testigo sostiene que desde entonces la están vigilando y acosando. Señaló que está buscando trabajo en estos momentos y que, al salir de una entrevista para conseguir un empleo, se encontró que los dos agentes la estaban esperando en la calle, ambos en el interior de un coche blanco, y que a continuación la llevaron a comisaría a declarar. La mujer no comprende cómo los agentes sabían que ella estaba en el lugar donde la fueron a buscar, sobre todo porque no había quedado con ellos. Sobre esta declaración, la mujer afirma que uno de los policías "la amenazó verbalmente". Según detalla en la denuncia le dijo que "esto se lo había inventado", refiriéndose sin duda a la declaración que hizo ante el juez Penalva detallando las orgías que se organizaban en el prostíbulo que ella dirigíaorgías que se organizaban en el prostíbulo que ella dirigía, con los políticos Rodríguez y Gijón como dos de los mejores clientes del negocio. Asimismo, detalló que este mismo policía le insistió en que "estaba metida en un círculo del que no sabía salir y que le iba a costar caro". La testigo protegida interpretó estas palabras como una amenaza, por lo que puso en conocimiento del juez Penalva y del fiscal Subirán toda esta información, que ha motivado el inicio de otra investigación paralela.

Hace seis días la mujer volvió a mantener otra entrevista de trabajo en una empresa de Palma. La Policía habría llamado al dueño de esta empresa, preguntándole si la mujer había mostrado su documento de identidad y les había hablado de su vida privada. El empresario contestó que no sabía si la iba a contratar, aunque se extrañó del contenido de estas preguntas, a lo que los policías, según relata en su denuncia, le contestaron que "estaban realizando una investigación colateral".

En el día de ayer, la testigo volvió a tener una segunda entrevista de trabajo en esta empresa, si bien habló con el gerente y no con el propietario. El gerente le pregunto qué estaba pasando, porque le extrañó la llamada de la Policía. La denunciante quiere saber el motivo por el que estos agentes han localizado al empresario y han podido conocer su número de teléfono. Lo cierto es que, en estos momentos, la exmadame del prostíbulo se siente "intimidada y acosada por los agentes de la Policía", según relata en su denuncia.