Las entidades agrarias Asaja y Unió de Pagesos se reunirán mañana con el Ayuntamiento de Palma para tratar de mediar entre la concejalía de Salud y Consumo, de la que depende la subvención del matadero, y la empresa concesionaria del servicio público, que amenaza con cerrar tras haberse quedado sin la ayuda este año. Las dos organizaciones quieren evitar el cierre de la instalación cárnica de la que depende en gran medida el sector ganadero de la isla y cuyo cese de actividad podría reventar la campaña de lechona y cordero de Navidad.

La empresa adjudicataria Escorxador i Serveis Càrnics Palma, propiedad del empresario ganadero Joan Pocoví, baraja la posibilidad de abandonar el matadero a raíz de la suspensión de la subvención por pérdidas que recibe la instalación cárnica por parte del Ayuntamiento de Palma.

Cort decidió el pasado mes de julio abrir un expediente al concesionario y abrir una investigación interna sobre la contabilidad del matadero después de que este diario informara de la incautación por parte de Hacienda de numerosa documentación de la instalación y el hallazgo de facturas emitidas dos veces a las mismas empresas cárnicas clientes en fechas coincidentes pero con distinta cuantía, en un indicio de una supuesta doble contabilidad.

Pocoví trasladó sus planes al sector y ahora, las dos principales entidades agrícolas mediarán para tratar de salvar una instalación que consideran "vital" para la actividad ganadera.

Asaja y Unió de Pagesos se reunirán mañana con la concejal de Sanidad y Consumo de Cort, Antònia Martin (Podemos), para mediar entre el ayuntamiento y el empresario concesionario, que no han llegado a reunirse en los últimos meses. Las entidades trasladarán a la concejal su preocupación porque la medida de su departamento de suspender la tramitación de la ayuda al matadero vaya a afectar a todo el sector y le pedirán que la reconsidere.

Aunque hay otros tres mataderos en Mallorca -los de Inca, Manacor y Felanitx- el de Palma es el que asume mayor volumen de ganado. De este modo, el cierre de la instalación cárnica de la capital supondría un aumento del trabajo en las otras instalaciones que podrían verse desbordadas, más en una fecha del año en que aumenta la actividad por le consumo de lechona o cordero.

Conflicto laboral

Pocoví tiene la adjudicación del matadero de Palma desde 2013, cuando la quiebra de la empresa pública CarnIlla que lo gestionaba, puso en peligro la continuidad de la actividad de las instalaciones. Además de la documentación incautada por Hacienda, la empresa concesionaria ha sido demandada ante la justicia y ante inspección de trabajo por tres matarifes que denuncian haber estado trabajando como falsos autónomos en las instalaciones cárnicas los últimos cuatro años.