Francesc Antich marcó ayer distancias con el grupo socialista del Senado ausentándose de la votación del artículo 155ausentándose de la votación del artículo 155 que activó la suspensión de la autonomía de Catalunya. Era la respuesta que tenía preparada el Gobierno a la declaración unilateral de independencia que tuvo lugar minutos antes en el Parlament catalán. El expresident de Balears llevaba días meditando si acatar la disciplina de voto marcada por el PSOE, que estaba en sintonía con el PP, o actuar en conciencia.

"Soy senador designado por el Parlament balear, así que represento a distintas voluntades. Lo más normal era no participar en la intervención de una Comunidad. No la comparto, aunque reconozco los esfuerzos que ha hecho el PSOE para mediar y no llegar a este punto", explicó en conversación con este periódico.

Antich argumentó por qué se ausentó de la Cámara en lugar de votar abstención: "Por respeto al grupo parlamentario socialista lo lógico era no votar nada. Quería demostrar que, pese a valorar los esfuerzos del PSOE en esta crisis, no compartía la intervención".

También José Montilla, expresidente de la Generalitat, optó por no participar en la votación. "Nos sentamos uno al lado del otro, pero no formaba parte de una estrategia conjunta. Ambos teníamos muchas dudas y hemos coincidido. El Senado es una cámara de representación territorial y no estoy aquí para participar en la destrucción o intervención de una Comunidad. Estamos en una situación de mucha dificultad. La dinámica ha sido muy mala desde que el 6 y 7 de septiembre los dirigentes catalanes tomaron una decisión absolutamente antidemocrática", indicó en referencia a la aprobación de la Ley del Referéndum.

Malestar en el grupo socialista

El algaidí aseguró que tanto Pedro Sánchez como el grupo socialista en el Senado estaban al tanto de su decisión. Y se mostró convencido de que no sufrirá represalias por no acatar la disciplina de voto. "A estas alturas nos conocemos todos. Este es un partido muy plural y todos saben de qué pie cojeo. No habrá sorpresas. En este partido hay una gran pluralidad y mucho respeto entre nosotros", afirmó.

Lo cierto es que Antich se enfrenta a una multa de 600 euros y a su exclusión de las diferentes comisiones de las que forman parte los senadores socialistas.

O incluso medidas más drásticas. Su decisión de ausentarse de la votación generó un fuerte malestar en el grupo socialista en el Senado. Algunos de sus compañeros llegaron a pedir su dimisión, aunque no públicamente. También hubo mucho enfado con Montilla, pero los socialistas críticos valoraron que al menos diera explicaciones públicas.

Antich desveló que momentos antes de la votación habló con Francina Armengol: "En el PSIB teníamos la misma visión de este tema. Hemos actuado de común acuerdo".

La decisión del socialista ha contentado a Més y a Podemos, socios del PSIB en el Govern. En todo caso, el expresident del Govern negó que un hipotético voto afirmativo hubiera desencadenado una fractura en el Pacte. "No creo que hubiese habido una crisis. Todos somos mayores para diferenciar una cosa de la otra", subrayó.