Biel Company iba al debate desganado y con miedo a perderlodesganado y con miedo a perderlo. No lo ganó, pero tampoco le salió mal; todo lo contrario, aprobó el examen al que le sometía su propio partido. El presidente del PP de momento puede ser el candidato en 2019.
Duramente aleccionado por sus gurús para que no hiciera de Biel Company, sino de líder de la oposición, el exconseller de Bauzá logró leer el discurso que le habían preparado sin caer en la provocación de la bancada socialista. Se ciñó estrictamente al guion, y ahí radica su éxito. "No vengo a combatir con usted, sino a debatir", espetó a la presidenta del Govern nada más empezar.
El martes Armengol descolocó a Company; insólitamente moderado, ayer fue él quien hizo perder los papeles a su rival del PSOE, que para más error estratégico puso a Company a su mismo nivel. "Me habla como si yo ya fuera el presidente del Govern", se jactó el popular ante Armengol, irritada al ver cómo había caído en su propia trampa: ella era la que debía sacar de sus casillas a Company, y no al revés. Con el interrogatorio en tono exaltado que hizo al diputado del PP, la presidenta pareció invertir los papeles. "Lleva el ADN de oposición", se mofó él. El auténtico pedigrí de Company es sobradamente conocido, solo que ayer logró disimularlo. De eso se trataba.
